Por Miguel Ángel Delucio | @miguel_delucio

Hay algo que en el deporte que se dice repetidamente, la llamada “suerte de campeón”. Ese factor X que muchas veces ayuda a un equipo cuando más lo necesita. Justo eso tienen los Golden State Warriors y se nota en los playoffs de la NBA.

El equipo dirigido por Steve Kerr en los últimos tres años ha corrido con fortuna. Esto no les quita que sea buenos, que quede claro. Sin embargo, cada que se encuentran con un bache el destino les estira la mano para que avancen.

La muestra más transparente fue esta serie ante los San Antonio Spurs. Los muchachos de Gregg Popovich llegaron bien, pero la lesión de Kawhi Leonard echó todo a perder. Aquí hay que sumarle la polémica con Zaza Pachulia, pero bueno, a los Warriors la vida les quitó de en frente a uno de los mejores en la liga. Mientras estaba Leonard en la cancha, en el juego uno, los Spurs dominaban. De ahí, todo se cayó.

Kawhi Leonard lesionado
Foto: Getty Images

Para el juego tres Popovich adaptó su juego. Pasó a LaMarcus Aldridge a jugar de alero y a David Lee como el ala-pívot. La estrategia estaba funcionado y de pronto ¡bum! Lee se lesiona y todo se va por el caño. No hubo manera de contrarrestar dicha pérdida y al final, la serie quedó en cuatro juegos para Golden State.

Esto fue en el presente, pero vamos a recapitular un poco más.

Durant a los Warriors

La contratación de Kevin Durant fue sorpresiva para toda la NBA. Los Warriors no lo necesitaban, acaban de tener la mejor temporada regular de todos los tiempos. Lo que deseaban en realidad era romper esa dupla con Russell Westbrook. Como dice el periodista Nick Wright, lo quería lejos del Thunder, no importaba donde.

¿Cómo le hicieron para armar el súper equipo? Fácil, la clave fue el contrato de Stephen Curry. El base cuando renovó su acuerdo estaba lesionado del tobillo. Entonces, terminó cobrando 10 millones de dólares por año, bajísimo para alguien de su nivel. Mera suerte que ahora uno de los mejores justo cobre tan poco.

Así, el equipo de Oakland tenía espacio en el tope salarial, convencieron a Kevin y desarmaron a su competencia en Oklahoma. Por supuesto, también es cosa de Durant que aplicó la frase “si no puedes con el enemigo, únetele”.

El año que fueron campeones

Kevin Love
Foto: Getty Images

¿Se acuerdan de esta foto? Fue en los playoffs de hace dos años cuando Kevin Love salió lesionado por este encontronazo con Kelly Olynyk. Esto le impidió participar en la Finales y así, ser una baja muy sensible para los Cavaliers. Tuvieron que improvisar, meter a Tristan Thompson de ala-pívot y a Timofei Mozgov de titular.

Aún así, Cleveland tenía a LeBron James y Kyrie Irving ¿no? Pues ese gusto les duró muy poco en el 2015. El juego 1 terminó en tiempo extra y en tragedia para los Cavs. Irving se lastimó también y de ahí no pudo volver a jugar en toda la serie.

Con LeBron prácticamente solo, los Warriors se coronaron relativamente fácil…

Llegó la revancha un año más tarde. En 2016 Golden State llegaba como favorito, pero los Cavaliers lo hacían completos. Se enfrentaron y Curry y compañía dejaron ir una ventaja de 3-1 en la serie para ser subcampeones.

Como van las cosas, otra vez estos dos se verán las caras en la Finales. Si todo sale bien, Cleveland llegará con arsenal a tope. Ahí veremos si la suerte de los Warriors se acaba o continua como lo ha hecho estas últimas temporadas.

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