Los Warriors de Golden State barrieron a los Cavaliers de Cleveland en cuatro juegos para coronarse como bicampeones de la NBA. En casa de su rival, el equipo de Kevin Durant, Klay Thompson y Steph Curry se impuso con relativa facilidad 108-85.
Curry aportó 37 puntos, seis rebotes y cuatro asistencias, pero el MVP de la final fue Kevin Durant, responsable de 20 puntos, 12 rebotes y 10 asistencias en este juego. A Curry se le escapa una vez más este trofeo.
Pero el consentido de Golden State no puede sentirse mal tras la actuación de esta noche, en la que volvió a dar cátedra de triples para conseguir su tercer título en la NBA, casualmente todos frente a los Cavaliers de LeBron.
El de este viernes habría sido el último juego de LeBron James con los Cavaliers. Con cuatro minutos en la pizarra y 25 puntos de diferencia, el mejor jugador de los Cavs se retiró de la duela, se despidió de cada uno de los contrincantes y recibió la ovación de su público. La próxima temporada podríamos verlo con los Lakers.
LeBron sólo puso resistencia durante el primer juego de la serie, en la que convirtió 51 puntos y obligó a jugar tiempo extra, pero ese ritmo descomunal no pudo mantenerlo en los siguientes tres juegos ante la alineación de lujo de los Warriors que sin duda los veremos la siguiente temporada dando lata en los playoffs una vez más, aunque no podemos decir lo mismo de los Cavs si se deshacen de LeBron.