El tercer juego de Chicago Cubs frente a los San Francisco Giants para conocer al primer finalista de la Liga Nacional terminó de la mejor manera posible.
Con una marca de 2 – 0, llegaban al AT&T Park de San Francisco como visitantes con la magia a tope. Nada les impedía ganar fuera de casa a los Giants, que habían logrado obtener su pase de último momento contra los Mets en la semana anterior, pero que no pudieron salir adelante en el estadio de su rival para los primeros dos encuentros.
Dentro del baseball ya es muy conocida la historia de los Chicago Cubs y la añoranza de un título por más de un siglo por lo que ansiaban conseguir el tercer partido de la serie con un triunfo y obtener el boleto de entrada a la Serie Mundial contra el segundo finalista de la Liga Nacional.
La gran jugada de los Cubs sería demoler al gran gigante que tendrían enfrente, pues el abridor del conjunto local sería Madison Bumgarner. Por su parte, éste último buscaba a toda costa mantener su racha de 23 entradas en blanco y que mejor opción que en el encuentro donde su novena se jugaba la vida.
De esta forma, Dale Sveum se decidiría por Jake Arrieta, el cual se encargaba de relevar a Travis Woods después de la gran actuación que tuvo en la justa del sábado pasado.
Bumgarner contaba con marca de 5 – 1 y efectividad de 0.79 en sus últimos nueve partidos de postemporada, pero frente a él se puso el pitcher foráneo justo en la parte alta de la segunda para dar tremendo batazo que llevó a la pelota directo a las gradas, con la casa casi llena, las tres primeras carreras de Chicago marcaron la pizarra.
Arrieta conseguía pegarle a la bola como su compañero Wood y se metían de lleno al libro de récords por homologar su acción. No podían permitir perder el juego, así que decidieron amarrarlo para barrer cualquier aspiración de San Francisco.
Salvo por un par de anotaciones en la baja de tercera y quinta recortaron el marcador, pero los lanzamientos de Jake no podían ser controlados y el conjunto local seguía debajo por 3 – 2. No fue hasta el cierre de la octava cuando Conor Gillaspie respondió para los Giants al dar hit e impulsar dos carreras, al que se sumó Brandon Crawford y el inicio de la novena ya habían doblado los números.
Los festejos dentro del AT&T Park estaban a todo lo que daba, pero empezando la recta final, la bola del relevista local Sergio Romo fue fácil para Kris Bryant quien voló la barda y dejó todo en pares. La tensión dejó a todo el mundo callado.
El baseball gratis apareció y los extras dieron inicio al cierre final. Llegada la treceava, ninguno aún podía hacerse de la anotación a pesar de que ya se había rotado el nueve de cada escuadra. Pero en el fondo apareció Joe para dar el homerun de la noche y correr de manera solitaria para el seis a cinco.
Los Giants se mantienen con vida y la consecuencia será de nuevo en territorio californiano, el día de mañana. Así, es probable que puedan darle continuidad a su racha de conseguir campeonato en años par como lo han hecho desde 2012.