Por: @LUISRICARDOHR

La contratación de Gastón Silva refleja la mala planeación durante esta etapa de la gestión de Rodrigo Ares de Parga. Más allá de la venta de jugadores  hace un par de torneos y de la (forzada) salida de dos históricos del club al final de la campaña pasada, el fichaje del defensor uruguayo (Silva) refleja una mala planeación del conjunto universitario este verano.

Pumas fue la pero defensiva la temporada pasada… la peor. Les encajaron 30 goles en 17 partidos, o sea a los felinos les anotaban casi dos goles por encuentro. Los universitarios recibieron más goles  que el Puebla.. y más goles que el descendido Jaguares de Chiapas. Es más si juntamos los tantos que permitieron Tigres y Monarcas a lo largo del todo el certamen anterior no igualamos la cantidad de goles que los auriazules recibieron durante el Clausura 2017.

En diciembre pasado Pumas dejó ir a Luis Fuentes y Marcelo Alatorre y seis meses después se desprendió de fea forma de Darío Verón y el Pikolin Palacios. Hasta los ciegos podían ver que los felinos necesitaban reforzar la zaga. Los del Pedregal terminaron con la segunda peor diferencia de goles (-9) el torneo pasado, su defensa era más frágil que un mazapán, fichar un zaguero tenía que ser la prioridad.

Durante el último Draft, Pumas se reforzó más de lo usual. Contrató a Néstor Calderón, Mauro Formica, Joffre Guerrón y regresó David Cabrera, pero no se trajo ningún central ni ningún lateral de élite para el nivel del futbol mexicano. Esos fichajes significan que el equipo sí tenía dinero como para buscar un defensor desde antes.

Durante la última parte de la pretemporada el equipo de Juan Francisco Palencia fue goleado hasta por el Zacatepec y entonces sí se encendieron las alarmas (que debieron haberse prendido desde mediados del torneo pasado). Pero los felinos seguían sin fichar a nadie.

Previo al inicio del Apertura 2017 la ofensiva felina estaba conformada por Jesús Gallardo (que en realidad es extremo izquierdo), Nico Castillo, Mauro Formica, Néstor Calderón, Joffre Guerrón, Brian Rabello y Matías Britos. Mínimo dos de ellos iban a ser banca, pero de pronto todo hizo sentido.

Matías Britos se fue vendido al futbol de Arabia Saudita; esto hizo suponer que la directiva de Pumas ya tenía conocimiento de que el delantero uruguayo pronto dejaría al equipo y por ello se reforzaron en la parte de arriba. Eso hubiera estado perfecto si en vez de contratar dos atacantes y un medio de corte ofensivo en el pasado régimen de transferencias, los auriazules hubieran cambiado uno de esos fichajes por un defensor, así que no pueden usar de pretexto que “no tenían dinero para un zaguero hasta la venta de Britos” porque Formica les costó más que Silva.

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Cuando analiza los fichajes de la UNAM este verano te das cuenta que todo estaría bien si hubiera sido en tiempo y forma. Hipotéticamente Pumas habría sufrido menos unas cuantas jornadas sin Britos y esperando un refuerzo a la ofensiva que aguardando por un jugador para mejorar su zaga. Lo vimos el partido pasado frente a Pachuca,  de nuevo loa de Palencia ganaron tragando aceite y con problemas defensivos.

Lo bueno es que por fin el equipo se dio cuenta que necesitaban un zaguero, lo malo es que ya estamos a tres días de que Pumas dispute su juego de la Fecha 2 frente a Puebla, o sea descarten a Silva para el partido del próximo viernes. En el mejor de los casos el uruguayo estará para la Fecha 3, pero recuerden que hay que contemplar la adaptación a la altura de la CDMX por lo que un debut en la Jornada 4 es todavía más viable.

Gastón Silva ya no trabajó  la pretemporada con el equipo y lleva un rezago táctico de la idea que pretende Palencia. Los demás fichajes de Pumas fueron refuerzos de más nombre en el medio mexicano pero Silva era el fichaje necesario, por lo que no se entiende porqué el conjunto azul y oro tardó tanto en contratarlo. Si lo que va a decir la directiva sobre su tardanza en reforzar la zaga es que ‘el Torino no aflojaba en las negociaciones’ no se entiende  el porque lo ficharon a menos que Silva fuera un crack, pues si no llegabas a un acuerdo con el Toro Rosso mejor te ibas por otro defensor para que no pasaran este tipo de cosas. El charrúa podrá ser el mejor central del torneo al final de la temporada y justificar a Ares de Parga, pero eso no quita que a priori su fichaje parece mal planeado.

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La temporada pasada Gastón Silva jugó para el Granada de La Liga, club conocido en México porque ahí militaba Guillermo Ochoa. El zaguero uruguayo y el arquero mexicano descendieron con el conjunto Nazarí y la defensa del Granada permitió 82 goles en 30 partidos, por lo que se ve difícil que el Torino se haya puesto terco para negociar a alguien con tal carta de presentación, aunque es cierto que el zaguero también ha sido seleccionado de su país.

Aún así cada equipo es una historia diferente y lo único que le queda a Pumas y sus aficionados es esperar que el charrúa esté listo lo más pronto posible y que de los resultados que se buscan. Por lo pronto ya hay dos debuts en Liga MX de fichajes ‘europeos’ para los que tendremos que esperar: el de Silva y el de  Keisuke Honda (Pachuca) que está lesionado.

 

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