Gaby Agúndez forma parte del grupo de clavadistas que en París 2024 cumple su segundo ciclo olímpico nueva camada de clavadistas mexicanos que en Tokio 2020 cumplieron el sueño de estar en unos Juegos Olímpicos. Desde una edad muy temprana ha trabajado por este sueño durante más de una década, cuando tomó la decisión de dejar su casa en La Paz, Baja California Sur.

Agúndez se mudó a la Ciudad de México inspirada en los logros de Paola Espinosa, quien también es originaria de La Paz. A su corta edad sabía que quería ser clavadista y estar en unos Juegos Olímpicos, y la primera vez que expresó la idea a su mamá, María Guadalupe, tenía cinco años.

“Me separé de mi familia a los 10 años, fue muy difícil, pero desde chiquita he tenido ese objetivo claro, fue un gran sacrificio, pero estaba dispuesta a hacerlo por cumplir mi sueño”, dijo en entrevista con Sopitas.com.

Gaby Agúndez y la dedicatoria a su entrenador Yunieski

En la Ciudad de México no todo fue gloria y después de seis años decidió regresar a casa por complicaciones y amagó con dejar el sueño, fue entonces cuando cambió de entrenador y se unió al entrenador cubano Yunieski Hernández.

“Pensé en retirarme, pero a los dos días fue de ¿Qué estoy haciendo? Clavados es lo mío, es lo que me gusta”, recordó.

Sin embargo, Agúndez tuvo que hacer otro cambio de entrenador cuando Yunieski Hernández fue diagnósticado con cáncer y desde hace al menos dos años entrena bajo las órdenes de Iván Bautista. Yunieski falleció en mayo del 2020.

“Cambié de entrenador, con el profesor Yunieski Hernández, quien falleció en 2020. Él es una parte importante, él también forma parte del logro de haber clasificado a Tokio y sé que está conmigo desde esos Juegos Olímpicos. Ha sido un camino largo, pero todo ha sido por un sueño”, mencionó.

Gaby Agúndez en Juegos Olímpicos / Mexsport

El pase a su primeros Juegos Olímpicos, en Tokio 2020

Agúndez conquistó dos plazas olímpicas, una al lado de Alejandra Orozco en sincronizados desde la plataforma de 10 metros y la otra en individual. Durante el control técnico, en el que Paola Espinosa perdió su boleto olímpico, defendió sus plazas logradas en la Copa del Mundo de Japón y el sueño se hizo realidad.

“Desde que terminé mi participación en el control técnico tenía una sonrisa marcada porque sabía que lo había hecho bien ¡y ya cuando salió la lista, no!.. sabía que iba a estar porque había ganado las plazas y había defendido mi lugar en el control técnico, pero una vez que vi el nombre en la lista, dije ‘wooow’, lo logré, voy a estar en mis primeros Juegos Olímpicos, y me tardé unos días en asimilarlo”, indicó sumamente emocionada.

Sopitas.com

Gaby Agúnez fuera del deporte

Al apostar por los clavados desde los 10 años, Agúndez ha sido una estudiante relativamente ausente en la escuela, pero a la vez comprometida. Su madre la califica como una persona perfeccionista, de modo que solía ponerse al corriente después de sus competencias y después de Tokio tiene pensada la construcción de otro sueño, estudiar psicología.

“Desde la primaria se me dificultaba porque tenía que estar viajando, no tanto como ahora, pero desde pequeña aprendí a que si salía de viaje, tenía que ponerme al corriente porque me atrasaba. Desde chiquita lo viví de esa manera y ahora es más fácil porque estudio en línea. Ahora hice una pequeña pausa, ya que Juegos Olímpicos implica mucho tiempo y esfuerzo, pero no significa que deje de lado otro de mis sueños, que es ser psicóloga. Termino Juegos Olímpicos y ya comienzo con la licenciatura, mencionó.

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Sergio Ramírez es periodista egresado de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, con más de 10 años de experiencia en medios de comunicación. Ha trabajado en Diario Estadio, La Razón de...

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