La Selección Mexicana enfrentará a Japón el próximo martes en Austria y ese es un buen motivo para recordar la relación del futbol mexicano con el japonés, y no sólo nos referimos a la serie de los Súper Campeones, sino a los personajes de verdad.
Por ejemplo, el estratega mexicano Javier Aguirre ya ha dirigido no sólo a equipos, sino a la Selección nipona, asimismo, hay jugadores japoneses que han tratado de triunfar en la Liga MX, aunque no todos han logrado el éxito.
Keisuke Honda, la estrella de Japón
El máximo exponente japonés en el futbol mexicano es sin duda Keisuke Honda, quien llegó a México para jugar con el Pachuca, con el cual jugó entre 2017 y 2018. Durante su paso por el futbol azteca hizo 10 goles en el torneo de liga y otros tres en copa.
Honda disputó 32 partidos en total y llegó a México con buen cartel, después de haber jugado en Italia con el Milán, además de haber disputado tres Mundiales.
Yuto Ono
Jugó en México de 2010 a 2014, lapso en el que vistió las playeras del Necaxa, Celaya, Veracruz y San Luis. Con Necaxa no jugó en el primer equipo, sino con el equipo Sub 20.
Su mejor momento fue en el Ascenso MX con el Celaya, con el cual marcó ocho goles. Después dio el salto al Tiburón, con el que jugó en 2013 y firmó tres tantos, y cerró su paso por México sin gloria con el San Luis.
Kenji Fukuda, primer japonés en Pachuca
Antes de Honda, Pachuca tuvo entre sus filas a Kenji Fukuda en 2005, pero no tuvo tanto impacto con los Tuzos, por lo que se fue al filial de la Segunda División, pero pasó con más pena que gloria en el futbol mexicano.
Shu Tanaka y Kaiki Tomita
León apostó por dos japoneses en 2016. Ambos estuvieron a prueba con el equipo Sub 20. Tanaka tuvo una mejor adaptación, pues conocía algunas palabras en español, pero Tomita sólo sabía decir “gracias”, “tacos” y “chido”. Nunca llegaron al primer equipo y para el 2017 ambos fueron cortados.
Reiji Sato
Comenzó su paso por México con Monarcas Morelia en 2012 en la categoría Sub 20 y se ganó un lugar en el primer equipo en 2013 y aunque marcó un gol en cuatro juegos, fue relegado a Zacatecas.
Su mejor experiencia en México fue en Segunda División con Estudiantes Tecos, pues fue tuvo una participación constante y marcó tres goles.