El 14 de febrero no es una fecha más en la historia del futbol contemporáneo. Justo en el día del amor y la mistad, hay al menos cuatro historias que parten el corazón, pues fue la fecha en la que se retiró uno de los más grandes jugadores del mundo, mientras que Arsenal traicionó, sin querer, su identidad británica, un árbitro fue a prisión y un jugador prometedor perdió la pierna.
El 14 de febrero de Ronaldo Nazario
Los mejores años del ‘Fenómeno’ habían pasado. El delantero brasileño había dejado Europa después de su paso por el Milán, entre 2006 y 2008.
Día tras día era criticado por su sobrepeso, incluso en Brasil, donde defendió la playera de Conrinthians desde 2009. En 2011, a tres meses de terminar la temporada, Ronaldo anunció su retiro como profesional y eligió justo el 14 de febrero para hacerlo oficial, junto con sus hijos, en una conferencia de prensa en la cual no pudo aguantar el llanto.
En esa conferencia explicó que padecía hipotiroidismo, causa principal de su sobrepeso, que además se combinó con sus contantes y dolorosas lesiones de rodilla.
Cuando Arsenal traicionó su identidad
Arsenal fue el primer equipo grande de Inglaterra. Fue el primer equipo en ser transmitido en televisión (en un partido contra sus reservas) y orgulloso se decía ser de Londres.
Creció en una zona industrial, cuna de la revolución industrial, por lo que se decía que no había ningún equipo tan inglés como los Gunners, hasta que en 2005 literalmente salió a la cancha el 14 de febrero sin al menos un jugador inglés.
Resultado de la globalización y la Ley Bosman, Arsenal tenía registrados a extranjeros en todas las posiciones y el técnico era el francés Arsene Wenger. El timonel perdió a varios jugadores ingleses por enfermedad o por lesiones, previo al juego contra el Crystal Palace, de modo que no incluyó a jugadores ingleses en la convocatoria.
Entre titulares y suplentes, Arsenal convocó a 16 futbolistas de siete nacionalidades: seis franceses, tres españoles, dos holandeses, un camerunés, un alemán, un costamarfileño, un brasileño y un suizo. Los únicos ingleses eran los dos masajistas, el preparador físico y en entrenador de porteros. ¿El resultado? Victoria del Arsenal 5-1 y una amplia colección de críticas.
El árbitro que fue a prisión
Lejos de festejar el amor y la amistad, el 14 de febrero de 2005, el árbitro de 26 años, Robert Hoyzer, no pudo con la culpa y confesó después de una serie de investigaciones sobre amaño de partidos.
Efectivamente, el silbante alemán había participado en el arreglo de juegos en la Bundesliga B, en agosto del 2004. El 15 de febrero de 2005 ingresó a prisión y fue sentenciado a dos años y medio en noviembre. Cuando cumplió la condena, no tuvo otra más que alejarse del futbol y fichó como jugador de un equipo de futbol americano como pateador.
Seguir en el futbol aunque sea de banderín
Derek Dooley era futbolista del Sheffield y su nombre sonaba para la Selección de Inglaterra en 1953. El 14 de febrero salió a la cancha para enfrentar al Preston North End, y en una jugada sufrió un choque con el portero George Thompson.
La acción le provocó a Dooley una fractura doble de tibia y peroné, por lo que fue hospitalizado y operado. Dos días después, al futbolista de 24 años le informaron que era necesaria la amputación de la pierna. Una enfermera notó que el jugador no tenía sensibilidad y empezaba una grangena.
El futbolista aceptó la decisión médica, pero advirtió que volvería al futbol de alguna forma y sus declaraciones lo inmortalizaron. “Da igual, corten la pierna. Seguiré en el futbol. Si no puedo servir para otra cosa, no importará siquiera que me utilicen como banderín de tiro de esquina”.