Un día después de que Neymar se convirtió en el cuarto goleador histórico de Brasil al conseguir su su gol 49 (ahora sólo se encuentra por detrás de Pelé, Ronaldo y Romario), la fiscalía española ha pedido al juez que procese al futbolista, a su padre, al expresidente del Barcelona, Sandro Rosell, al Barcelona (actual club del jugador brasileño) y al Santos (antiguo cuadro de Neymar). Esto por los delitos de corrupción y estafa, por un supuesto engaño en el precio del traspaso del delantero de 24 años, al fondo brasileño DIS, que es dueño del 40 % de los derechos del jugador.
Según ESPN, el juez encargado de llevar el caso, José de la Mata, había decidido archivarlo al no encontrar ningún delito, pero la Sala de lo Penal lo hizo revocar este archivo y lo obligó a procesarlo.
La fiscalía considera que los involucrados incurrieron en los delitos de corrupción en los negocios y de estafa impropia en el fichaje de Neymar por parte del Barcelona.
José Perals, fiscal encargado de llevar el caso, explica que el fichaje se llevó a cabo en dos partes. La primera se dio en el 2011, cuando el cuadro español se comprometió a pagar 40 millones de euros para que el jugador se incorporara a la institución en el 2014, mientras que la segunda fue en el 2013, para que llegara ese mismo año. El problema es que Sandro Rosell no contó con la autorización de la Junta Directiva, porque se le hubiera tenido que pagar un porcentaje a DIS.
Para acelerar el proceso, Rosell, le pagó más dinero del pactado a Neymar, su padre y al Santos. Ante este engaño, a DIS sólo le tocaron 17.1 millones de euros, cuando en realidad tuvieron que recibir 25.1 millones, por lo que ahora el fiscal considera se debe indemnizar a la empresa.
Desde su llegada esta ha sido una situación muy controversial para el Barcelona. En un principio los catalanes aseguraron que el fichaje había costado 40 millones de euros, pero ahora se especula que podría superar los 90 millones.
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