Por Daniel Montes de Oca | @montesdeoca11
Es una Final con intereses distintos: Chivas va por el título de Liga número 12 en su historia para empatar al América como los máximos ganadores.
Y Tigres buscará el Bicampeonato para sumarse a Pumas (2004) y León (2014) como los únicos clubes que han hilvanado coronas en torneos cortos.
Diez años, cinco meses y 11 días después, las Chivas están de regreso en una final. El Guadalajara ya aprendió a sufrir y a salir airoso en partidos decisivos.
En Cuartos de Final ante el Atlas y en Semifinales frente al Toluca, se valió de su mejor posición en la tabla para avanzar con lo justo, pero ya se instaló en el juego por el título.
El Rebaño Sagrado brindó un primer tiempo brillante ante los Diablos y el 1-0 resultó corto; sin embargo, en el complemento, una falla imperdonable del Gallito Vázquez que derivó en el empate escarlata, complicó el panorama rojiblanco.
El regreso a la titularidad y a un nivel sublime de Rodolfo Pizarro fue decisivo para que las Chivas hoy festejen su estancia en la final.
El mediocampista es un todoterreno: desborda, genera, arrastra, pone pausa y sobre todo, nunca para de pensar.
LOS TUCABOYS SON FAVORITOS
En el juego de vuelta ante Xolos, aunque por momentos se replegaron, los Tigres se mostraron como el equipo poderoso que son y sin contratiempos finiquitaron la historia.
Por la calidad de sus futbolistas, la experiencia de su técnico, y el dominio de un sistema de juego, los felinos lucen como amplios favoritos en el encuentro decisivo frente al Rebaño Sagrado.
Pero en una Final el arte de lo impredecible siempre suele aparecer, así que se asoma una eliminatoria intensa, dramática y por el bien del juego, ojalá que espectacular.
