Salir del metro Corniche en Qatar durante el Mundial de 2022 es una experiencia única. Los elementos de movilidad, así como algunos voluntarios te dan la bienvenida con su manera única de dar indicaciones: bailando, cantando y disfrutando cada hora de los maratónicos días.
Así es la Copa del Mundo, una fiesta. Pero hablamos de esta estación en particular porque es la que conduce a miles de pamboleros de todo el mundo al FIFA Fan Fest. Sí, ese lugar donde se reúnen para ver los partidos aquellos que no tienen boleto para los estadios de ese día o al menos esa hora.
En un principio todo pinta bien. Rumbo a la entrada me encontré con una freestyler argentina que sorprendió a dos pequeños. “Es re buena la piba, ¿verdad?“, les preguntó su mamá antes de tomarse la foto del recuerdo y entrar a ver el partido de Uruguay contra Corea del Sur… ese sería solo el comienzo de una nueva aventura en Qatar 2022.
La variedad e incluso la incomodidad del FIFA Fan Fest
Después del pasto tan verde que hay en los accesos al fan fest, uno se encuentra con puro cemento. Al principio no está mal porque es el camino que te lleva a la FIFA Store, bastante grande y surtida con playeras, gorras, llaveros, fundas para el celular y varias presentaciones de La’eeb, la mascota de Qatar 2022.
Lo único que falta por ahí es la bandera de México, aunque no por algo malo. Somos tantos los mexicanos que llegamos a Qatar 2022, que algunos de los artículos oficiales en la FIFA Store del Fan Fest ya se terminaron. Ya no hay algunas gorras, ni bufandas, ni pulseras, ni ciertos modelos de llaveros; en ese rubro, ganamos por goleada.
Pero no todo es tan bonito. Aunque al llegar al FIFA Fan Fest no esperaba una cama o un sillón para disfrutar del partido, sí se cumplió lo que había escuchado: es incómodo. Sentarse a ver del juego representa mantenerse en movimiento porque se te duermen las piernas o la espalda… a otros eso no les importa y se quedan de pie a pesar de que le tapan a los de atrás.
Puede que eso también tenga que ver con la edad (o el estrés del día a día); no obstante, cada factor suma para que la situación se ponga cada vez más cansada y la solución sea ir a buscar comida, así como otro asiento. Ahí la cosa parecía mejorar.
La variedad en los alimentos es muy diferente a la de los estadios. Acá encontré pizza, waffles, hamburguesas, hot dogs, dedos de pollo e incluso el famoso fish and chips de los ingleses… de todo un poco, al menos en los letreros. La mala noticia es que no todo estaba listo con todo y que en ese momento ya eran más de las 5 de la tarde.
La elección fue una pizza vegetariana, ya que tampoco estaban listas las de otros toppings. Nos acompañó un agua al tiempo, porque el efecto del aire acondicionado en el Al Bayt Stadium cobró factura después del partido inaugural.
Con tos, directo al aire acondicionado del metro, le digo adiós por hoy al Fan Fest. Por cierto, es el lugar en el que sí venden cerveza y tal vez eso me faltó para olvidar que se me durmieron las piernas durante un buen rato.