Raúl Alonso Jiménez es oficialmente el jugador mexicano más caro de la historia. El Benfica anunció en fichaje del ex Atlético de Madrid por 22 millones de euros, lo cual superó lo que el Shaktar pagó por Nery Castillo en 2007. El traspaso del nacido en Hidalgo fue también el más caro en toda la historia de las Águilas portuguesas.
En 2014, Jiménez pasó del América al Atlético de Madrid por 10.5 millones de euros. Con los Colchoneros no tuvo éxito y únicamente anotó un gol en 29 encuentros que jugó. Su actuación fue muy criticada por los aficionados sobre todo por no besar el escudo de los rojiblancos en su presentación con el club, aún cuando los fánaticos se lo pidieron en diversas ocasiones.
Para la temporada 2015-2016, el delantero azteca viajó a Portugal para jugar con el Benfica, equipo que adquirió el 50% de la carta de Jiménez por 5 millones de euros. En dicho ciclo, anotó un total de 12 goles en 44 juegos, pero sus tantos se consiguieron en momentos importantes para los lusitanos y para su carrera.
Hasta el momento, los 22 millones de euros que pagaron los tricampeones de Portugal significan el mayor monto de dinero que un club europeo ha pagado por un mexicano. Junto con Raúl Jiménez, Nery Castillo con el Shaktar (15 mde), Carlos Vela con la Real Sociedad (14 mde) y Javier Hernández con el Bayer Leverkusen (12 mde) encabezan la lista de los fichajes nacionales más caros de la historia.
El inesperado movimiento sacudió al futbol mexicano. Héctor Herrera y “Chicharito” también podrían salir de sus equipos; el primero al Napoli por 25 millones de euros y Hernández, aunque tiene contrato con el club alemán, está en la órbita de la Juventus para cubrir la salida de Álvaro Morata.
En cuestión de números, Javier Hernández tuvo un mejor desempeño que el ex Colchonero al anotar 26 tantos en 40 encuentros con los rojinegros. Claro, Raúl tiene 3 años menos que el nacido en Guadalajara, pero la cuota goleadora del ariete del Leverkusen es mejor y la productividad de un delantero es lo más importante para respaldar su carrera.
Si se toma en cuenta a jugadores extemporáneos, la situación cambia radicalmente. Cuando Rafael Márquez pasó del Mónaco al Barcelona el conjunto blaugrana pagó 6 millones de euros por el zaguero central cuando más necesitaban reforzar su defensa.
La inflación está moviendo por completo el mundo del futbol. Cuando Hugo Sánchez fichó con el Real Madrid, el club blanco pagó 1.5 millones de euros y se llevó al delantero considerado como el más importante de la historia del balompié mexicano.
Raúl Jiménez tiene buen remate con la cabeza, sabe cobrar los penales de gran manera unas clases para el Gullit y cubre adecuadamente el esférico cuando se trata de esperar a sus compañeros. Sin embargo, su mejor nivel aún no se demuestra en el Viejo Continente y tendrá que demostrar si en verdad vale la cantidad que pagó el Benfica por su fichaje.