André-Pierre Gignac ha tenido que diversificar sus festejos cada que anota un gol, pues el francés está ‘en fuego’ y no para de marcar.
El delantero de los Tigres que hizo un doblete en el juego de vuelta de los Cuartos de Final ante el Monterrey, celebró el primero de sus goles (de tiro libre con colaboración de Hugo González), recostándose de forma lateral en el césped de frente a la afición de Rayados.
Este festejo es idéntico a uno que inmortalizó nada menos que Cuauhtémoc Blanco en un partido entre América y Atlas.
Tras anotar un golazo en el que se llevó a toda la defensa y al portero, el Temo corrió al mediocampo y celebró a escasos metros de Ricardo La Volpe, en ese entonces técnico de los Zorros, con quien el de Tepito nunca tuvo buena relación.
Esta celebración tiene un precedente en un Clásico Regio, pues Aldo de Nigris, también tras anotar un doblete defendiendo la playera de Monterrey, se recostó frente a la tribuna de los Tigres. Fue la revancha personificada por Gignac.