Posiblemente en México nada nos sorprende con las expulsiones de directores técnicos luego de lo que pasó con el Piojo Herrera, pero en el futbol de Brasil ya tienen una anécdota muy curiosa para contar.
Sergio Ramírez, estratega del Guaraní de Palhoca fue expulsado en el juego contra el Figueirense después de recriminar en repetidas ocasiones al árbitro, por lo que tuvo que irse a las regaderas.
Como no podía dar instrucciones a sus jugadores, su ingenio llegó a un grado mayúsculo y subió al techo del Estadio Renato Silveira para comenzar a dirigir, todo con un cono en mano a modo de megáfono.
Al terminar el juego las entrevistas con Sergio no se hicieron esperar y lo único que se limitó a decir es que no tenía nada de antireglamentario el que subiera al techo y diera instrucciones, que no había nada malo con eso.
¡Esto es astucia y no payasadas!