En los últimos días la NBA se ha puesto muy estricta con los aficionados, primero estuvieron a punto de correr a un hombre por gritarle improperios a Kevin Durant y ahora le tocó a James Harden probar un poco de las malas costumbres de algunos aficionados del deporte ráfaga.
Cuando los Rockets jugaban contra el Jazz, el barbudo se disponía a tirar una falta cuando su equipo perdía, pero de pronto desde las gradas alguien comenzó a apuntarle con un láser verde al rostro, por lo que pidió que las autoridades investigaran dicho acto.
De inmediato la seguridad del estadio comenzó a buscar al hombre en cuestión, ya que Harden señaló un lugar cercano y otros fans ayudaron a que lo encontraran, por lo que de inmediato fue sacado del lugar y vetado un año de asistir a cualquier estadio de la NBA.
¿Imaginen si esto sucediera en el futbol?