El campeón de la Copa Libertadores, River Plate, se ha metido en un caos por el futuro del Estadio Monumental, el cual ya cuenta con unos añitos, los cuales han hecho estragos en sus instalaciones. Tampoco es que se esté cayendo a pedazos como sucede con el Neza 86, pero la directiva considera que es necesaria ampliar su capacidad y para ello se plantea la posibilidad de remodelarlo o de plano mudarse a un nuevo inmueble a menos de un kilómetro.
La afición del equipo Millonario ha reprobado desde ya la opción de la construcción de un nuevo estadio con cánticos durante el último juego de River en casa, ante Patronato, sin embargo, la directiva no se había manifestado al respecto hasta este día.
El presidente del equipo argentino, Rodolfo D’Onofrio, firmó una carta en la que informa a las 12 agrupaciones del equipo que no hay decisión tomada por el momento y que ésta tardará algunos meses, pues por ahora la directiva se encuentra en “una etapa de relevamiento, estudio y análisis de las condiciones de las distintas opciones”.
Una vez que termine la etapa de análisis, se presentará un informe ante los socios del club con todas las alternativas “en pos de encarar recién allí el proceso de decisión”.
La remodelación del Monumental obligaría al equipo a mudarse durante un tiempo a otro estadio y esto implicaría posibles inconformidades con los abonados, ya que en Buenos Aires no existe un inmueble con la misma capacidad que el Monumental.
De acuerdo con Clarín, el objetivo de D’Onofrio es la construcción de un nuevo estadio, el cual tendría capacidad para 80 mil aficionados, casi 20 mil más que el Monumental, lo cual tendría un costo cercano a los 330 millones de dólares, 208 palcos, mil 600 lugares VIP, mil lugares para prensa y un centro multimedia.
Todo suena muy bonito hasta aquí, la bronca es que para pagar todo esto, el club estaría dispuesto a que una marca tenga derecho de darle nombre al estadio, aspecto que no tiene contentos a muchos aficionados.
