Se llamaba Lenin y fue un símbolo de la extinta Unión Soviética y hoy, el mundo lo conoce como el Estadio Luzhniki y se ha convertido en uno de los recintos más importantes de Rusia 2018, en donde México tendrá este domingo su debut mundialista, ni más ni menos que contra Alemania.
Construido en 1956, con una capacidad para más de 80 mil espectadores a orillas Del Río Moscova, el Estadio Luzhniki ha sido testigo de toda clase de competencias deportivas. Desde de los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980, así como de finales de Champions League y Europa League además de Mundiales de Atletismo y por supuesto, increíbles conciertos ofrecidos por los Rolling Stones, Michael Jackson o U2.
Para llegar hasta él, uno debe tomar el metro, y caminar un par de kilómetros para encontrarse con su enorme explanada que también ha servido, para instalar diversos cinturones de seguridad. En ellos, las inspecciones son rigurosas. Policías, militares y hasta perros especializados se encargan de inspeccionar cada rincón del estadio y sobre todo a toda aquella persona que quiera entrar aquí. Para los aficionados, es necesario mostrar boleto y FAN ID, sin boleto obviamente no se puede entrar, pero tampoco sin el FAN ID.
Las banderas no deben ser superar los 2 metros de altura y no se permite el acceso con alimentos, bebidas ni mochilas. Para los medios, la revisión es aún más exhaustiva, teniendo incluso, que pasar por detectores de metal, revisión manual y encender todos los aparatos electrónicos con los que se cuenta, teléfonos, tablets, computadoras, etc.
Una vez que se está dentro, lo primero que uno puede encontrar, es una figura de Zabivaka, la mascota oficial de Rusia 2018, para posteriormente, enfilarse a un pasillo decorado por stands de los diversos patrocinadores de la Copa del Mundo, hasta llegar a la entrada principal del Estadio Luzhniki, la cuál está resguardada por una monumental estatua de Lenin, que, vaya ironía, siendo uno de los principales iconos del comunismo soviético, terminó envuelto en toda esta cantidad de puestos y stands patrocinados.
El interior del estadio, que ha sido remodelado explícitamente para esta copa del mundo, hay diversos stands de comida y bebida, que ofrecen paquetes de sandwich o hot-dog y una bebida, chela o refresco por 600 rublos que son aproximadamente 200 pesitos. Pero los que viven el lujo, son aquellos que tendrán los boletos de hospitality y palcos, donde hay comida y bebida al por mayor.
La zona de prensa, que es donde me ha tocado estar, es bastante cómoda, con más de 100 televisiones para seguir todos los partidos de la Copa del Mundo, así como un buen interntet y un gran ‘nutriologo’ que vende cacahuates, chocolates y caramelos rusos.
La entrada a la zona de prensa, ocurre por un túnel que te transporta a la que posiblemente sea la mejor sensación mundialista, pues mientras bajas por la rampa, ves al fondo el acceso a la cancha, justo detrás de las porterías que defenderán Guillermo Ochoa y Manuel Neuer.
Así, en este estadio, México iniciará su aventura mundialista en Rusia 2018. Un rival complicado, un camino que ha sembrado más dudas que respuestas, pero con toda la esperanza de repartir desde ahorita Golalazos por doquier.