Hemos de aceptar que éramos una combinación de todo tipo de sentimientos al estar a punto de llegar al estadio más imponente de la ciudad. Nervios, expectativas, ansias y emoción, todo puedes anticipar al ir a este majestuoso coliseo…pero ir de noche es otra cosa.
El Azteca nos recibía como pocas veces lo podrá ver un aficionado: vacío y sin luces. De por sí es impresionante a cualquier hora del día, pero el que fuera una experiencia nocturna, de terror, la mera noche del 2 de noviembre, no tiene ni tendrá precio.
Entramos por la puerta dos y ya había un grupo de personas esperando el siguiente grupo. Los boletos para estos tours nocturnos solamente se pueden comprar en taquilla y comienzan desde las seis de la tarde hasta las 11 de la noche. Los grupos de 15 personas, más o menos, van saliendo cada 25 o 30 minutos.
No queremos revelar mucho sobre la experiencia, porque en verdad vale mucho la pena. El recorrido comienza con tres catrinas que cantan, en forma de ‘advertencia’, lo que se avecina. Tu primer guía comienza con un poco de historia sobre el inmueble. Ahí mismo podrán ver desde la placa más nueva del partido número 1000 de las Águilas. Después de esta breve clase de historia, entonces, comienza lo bueno.
Lleno de humo, tenues luces, sonidos escabrosos, cantos de la llorona -y hasta un tenor en vivo entre las gradas-, el recorrido nocturno en el Azteca tiene de todo: el talento está increíble, y están ordenados a seguir su papel a como dé lugar -así decidas gritar a todo pulmón o pedir que paren de espantarte, o se alejen de ti en el tour, no lo harán. Si alguien del grupo ya no quiere terminar el recorrido, entonces deberá indicarle al guía con la mano levantada que desea retirarse.
El staff nos comenta que también reciben niños; sin embargo, la mayoría de las persons que se dan por vencidas han sido las novias: “(…)las novias son las que menos aguantan. Has de cuenta que vienes con tu novio, y empiezas a gritar y tu novio les pide que te dejen de molestar. No lo van a hacer. Es su papel”. Y sí, efectivamente, todos los actores que toman parte de esta puesta en escena que se vive en carne propia, están muy MUY en su papel.
El recorrido comienza por la parte de fuera de las gradas del estadio para después rodearlo y bajar por las escaleras que dirigen a la sala de prensa. Después pasas por un angostísimo, ¡y angustiosísimo pasillo!, para llegar a los vestidores del Club América. Y ahora, nuestra parte favorita del recorrido: subir las escaleras hacia la mismísima cancha.
Lleno de sonidos, actuaciones increíbles e historias que valen la pena conocer del estadio más imponente de la Ciudad de México…recomendamos ampliamente que te des chance de experimentar al coloso de noche, vestido de humo y telarañas, cantándote misterios y ruidos al oído, acompañado de catrinas, historias y leyendas.
Los recorridos terminan el 11 de noviembre, así que te queda muy poco tiempo para asistir. No necesitas reservar, simplemente llega con tiempo, anticipándote a esperar más o menos 30 minutos, de lunes a viernes de siete de la noche a 10. Hay poca información en su página, pero puedes consultarlo aquí.
Vete con ropa, zapatos cómodos y, sobre todo, con tu mirada 360º listo para todo. ¿Te animas?