La esposa de Renato Ibarra ya rompió el silencio y contó cómo fue que el jugador, y sus hermanos, la agredieron físicamente.
En declaraciones para la revista TV Notas, Lucely Chalá, contó cómo fue que la agredieron. La esposa del aún futbolista del América aseguró que no sólo él, sino la familia del mismo le pegaron a ella y a su hermana.
Platicamos en #exclusiva con #LucelyChalá, esposa del jugador del #América, quien no tuvo piedad y casi la mata a golpes con su hijo en el vientre… #MartesDeTVNotas #FelizMarteshttps://t.co/kbjrelDe6o
— Revista TVNotas (@TVNotasmx) March 10, 2020
“Renato y yo estábamos en la habitación y él me jaloneó del cabello y me empujó contra la pared. Mientras él me pegaba, sus familiares, en lugar de calmarlo, ¡comenzaron a pegarle a mi hermana y luego a mí! Lo bueno es que en la casa estaba un amigo en común, Víctor, quien nos metió a un vestidor“, contó.
En la misma línea, la esposa de Renato Ibarra contó que como no podían agredirla a ella, le pegaron a su hermana en el piso y todo sucedió mientras su hijo estaba presente.
“Atacaron a mi hermana; la tenían en el piso, la golpearon. A mí me tenían contra una pared mientras a ella le pegaban. También estaba mi hijo presente viendo todo, y de eso Renato estaba consciente, mi niño gritaba: ‘No le peguen a mamá, déjenla’, tenía una espada y les quería pegar para defenderme“, continuó.
Entre lágrimas, Lucely Chalá contó que cuando la policía llegó al lugar, Renato Ibarra intentó ‘apantallarlos‘ diciendo que era jugador del América y aunque no puede asegurar que buscó sobornarlos, tampoco puede descartar que haya pasado.
“Detuvieron a Renato y a su familia; él se rehusaba a salir de la casa, hubo muchos gritos, forcejeos, hasta que lo sacaron. Les decía que era figura pública, que era jugador del América, que no lo podían sacar de su casa“, agregó.
Finalmente, la esposa de Renato Ibarra dijo que no es por morbo que cuenta lo que le sucedió, sino para hacer un llamado sobre la violencia que sufren las mujeres. Chalá aseguró que es gracias a Dios que está viva y tuvo la suerte de ser una de las que se salvó.
“Gracias a Dios estoy aquí, fui de las pocas que tienen la suerte de quedar vivas y ahorita no estoy en la lista de mujeres muertas por violencia“, sentenció.