Se jugaba el segundo tiempo del partido entre Portugal y Uruguay cuando el duelo tuvo que ser suspendido un momento debido a la entrada a la cacha de un espontáneo que cruzó la cancha con una playera de Superman y una bandera LGBT. El hombre finalmente fue “tacleado” por personal de seguridad del estadio y entre tres personas lo sacaron de la cancha.
Antes de ser derribado, el espontáneo soltó la bandera y la dejó en el terreno de juego. Tímidamente, el árbitro del partido se acercó a la bandera y la levantó para colocarla fuera de la cancha.
Mario Ferri, el espontáneo de Qatar
El gesto del espontáneo cobró más relevancia de la habitual por el contexto de la sede del Mundial, Qatar, un país criticado por su postura para considerar como crimen las expresiones y relaciones entre personas del mismo sexo, por lo cual ya había sido prohibido el uso del brazalete One Love entre selecciones de Europa, entre ellas Alemania, Inglaterra y Países Bajos.
Sin embargo, no es la primera vez que este espontáneo toma las canchas. Su nombre es Mario Ferri y es futbolista profesional. Jugó en la Conference League, por ejemplo, con el Tre Floir, de San Marino, y actualmente es jugador del Castel di Sangro, de la Quinta División. Juega como volante por derecha, sin embargo, es más recordado por su papel como activista.
No es la primera vez que interrumpe un partido
Tiene la misma edad que Lionel Messi (35 años) y anteriormente ingresó a la cancha de grandes escenarios futbolísticos, como la final de la Champions League del 2011 entre Barcelona y Manchester United, aunque es más recordado por su intervención en el juego entre Bélgica y Estados Unidos en el Mundial de Brasil 2014.
En aquella ocasión visitó una playera similar a la de Qatar 2022, solo que con un mensaje diferente: “Salven a los niños de las Favelas” y fue expulsado del país. Ocho años después, el italiano eludió al guardia de seguridad que vigilaba su tribuna y corrió a la cancha.
En el campo se pudo ver la playera y un par de mensajes: “Salven a Ucrania” y “Respeto para las mujeres de Irán”, además de la bandera LGBT sobre la cancha que pisaba Cristiano Ronaldo, a quien antes había elogiado en sus historias dentro de su cuenta de Instagram en la cual se define como un pirata moderno.
Pese a sus antecedentes y publicaciones previas al partido de Portugal, el italiano encontró vía libre para entrar a la cancha y lanzar un mensaje que ha hecho eco en todo el mundo, pero sobre todo en Qatar, la sede de un Mundial que ha estado bajo la lupa desde el día en que fue elegida 12 años atrás.