En los Juegos Olímpicos de Río 2016 participaron más de 11 mil atletas de 206 países. Cada uno de ellos tenía como objetivo llevar el oro a su casa, pero día a día tienen la meta de llevar la comida hasta la mesa de sus casas, por lo cual el ser deportista no es suficiente y deben dedicarse a otras cosas fuera de sus disciplinas.
Para empezar, hay que recordar que sólo algunos deportistas tienen la posibilidad de asistir a la cita veraniega más importante del mundo. Día a día se esfuerzan para poder representar a su país y tener la esperanza de llegar a lo más alto del podio.
Pero ésta no es la única idea que tienen en la cabeza. Algunos atletas tienen que pensar más allá del deporte para conseguir un estado de vida con el que estén conformes. Por ello, optan por tener una segunda “carrera” para respaldar sus ingresos y no depender únicamente del deporte.
Sacerdote extremo
Por parte de Japón, el atleta Kazuki Yazawa tuvo una discreta participación en Río de Janeiro en la prueba de canotaje slalon K 1 al finalizar en el puesto 11 en la semifinal. El temple y tranquilidad del sacerdote budista le permitió manejar adecuadamente las corrientes de agua de su disciplina.
“Cuando me inicié como sacerdote budista, decidí que mi trabajo principal sería ese y que mi vida como deportista sería en mi tiempo libre”
Así fue como Yazawa demostró que el deporte extremo y la serenidad que maneja en su religión pueden ir de la mano sin problema alguno.
Desde Twitter hasta rugby
¿Quién diría que un atleta podría participar en los Juegos Olímpicos y después trabajar en una de las redes sociales más frecuentadas del mundo?
Así como lo escuchan, Nathalie Marchino, jugadora de rugby 7 por parte de Colombia, tiene un trabajo de mercadeo en Twitter, cuyas oficinas se encuentran en California. Aunque ambas tareas le fascinan, la de 35 años explica que combinar las dos actividades le resulta bastante cansado.
Oro en atletismo y maquillar
Michelle Carter ganó en estos Juegos Olímpicos la disciplina de lanzamiento de bala al alcanzar los 20.63 metros de distancia. La norteamericana tiene unas manos poderosas, pero también delicadas y perfeccionistas cuando se trata de su profesión.
La deportista estadounidense se dedica al maquillaje e inclusive tiene su propio estudio y línea de productos llamada ‘Shot Diva’.
Carter considera que es vital cuidarse a sí misma para aumentar la confianza y así poder tener un mejor rendimiento en todos los aspectos.
La Fuerza Armada anfitriona
En Río 2016, la delegación de Brasil tuvo una participación por debajo de las expectativas si se compara con la cantidad de atletas que disputaron los Juegos Olímpicos.
Pero de los 465 deportistas brasileños, únicamente 19 lograron subir al podio para colgarse una medalla, pero de ese número de ganadores, 12 pertenecen las Fuerzas Armadas de su país.
Sí, los anfitriones utilizaron a militares para la cita veraniega y fueron los que se llevaron la mayoría de las preseas que obtuvo su nación. El 30% del total de cariocas que asistieron a la justa deportiva, es decir, 145 atletas, están registrados en alguno de los programas de la milicia nacional.
Arthur Zanetti, Rafaela Silva y Thiago Braz son algunos de los participantes que pusieron en alto el nombre de su país en Río 2016.
¡Cuidado con el correo!
La historia de Raheleh Asemani es una de las más conmovedoras de Río 2016. La taekwondoín nació en Irán e incluso participó en unos Juegos Asiáticos de la especialidad con el país, pero tuvo que salir de su nación para refugiarse en Bélgica antes de los Olímpicos.
Originalmente, Asemani iba a participar con el Equipo de Refugiados, el cual se integró por primera vez a la justa deportiva, pero después de alegar con el Comité Olímpico Internacional (COI), éste aceptó que representara a la nación europea.
En el día a día, Rahaleh se dedica a correr de casa en casa para entregar las cartas, pero para Río de Janeiro tuvo la oportunidad de llegar hasta la semifinal de menos de 57 kilogramos.
Atletas de internet
Para algunos deportistas el hecho de participar en unos Juegos Olímpicos puede resultar una de las mayores alegrías en su vida, pero para otros es un problema conseguir los recursos para poder viajar.
Por ello, deciden pedir ayuda primero a la comunidad de internet para poder juntar los gastos. Jeremy Taiwo, atleta estadounidense, tuvo que solicitar donativos a través de GoFundMe.com con tal de llegar a la cifra de 15 mil dólares. El deportista superó dicha cantidad y llegó hasta los 54 mil, ya saben, por si las dudas.
Quien no ha tenido la misma suerte es Gregory Brigman, futbolista paralímpico, quien puso en línea la meta de 6 mil dólares y únicamente ha conseguido 2 mil 600. He ahí la diferencia en el apoyo entre ambas competencias y también en cuanto a la solicitud de cantidades por parte de los dos deportistas.