Eli Manning es uno de esos mariscales de campo gitanos. Una semana puede jugar como dios y la otra le interceptan tres veces para entregar un partido. Sin embargo, en playoffs parece que se convierte en otro y son pocas la veces que comete errores, más si juega contra los Green Bay Packers.
Las últimas dos veces que Eli se enfrentó a la franquicia de Wisconsin en postemporada los mandó de vacaciones y sorprendentemente, llegó hasta al Super Bowl para ganarlo. Sí, un QB que no convence a muchos tiene dos anillos y lo hizo pasando por encima de los Packers.
Todo empezó en la temporada 2007-08 cuando los dos equipos llegaron a la final de la Conferencia Nacional. Los Cheeseheads habían llegado dominando con un récord de 13-3 en la temporada regular y con un Brett Favre en estado de gracia. Mientras, los New York Giants eran el patito feo de los playoffs, pero terminaron a un paso del SB y lo único que necesitaban era ganar en un Lambeau Field literalmente congelado.
El menor de los Manning junto a un verdadero partidazo de Plaxico Burress terminaron con la victoria en los últimos segundos 23-20 gracias a un gol de campo de Lawrence Tynes. El viaje al Super Bowl XLII los llevó contra los invictos New England Patriots que tuvieron que quedarse con las ganas del campeonato y de pasar a la historia.
Pasaron cuatro años, para la campaña 2011-12. Favre se había ido de Green Bay y el nuevo mandamás era Aaron Rodgers, quien estaba convertido en un monstruo. Los Packers solo perdieron un solo juego esa temporada y eran los campeones reinantes.
Todo indicaba que era el inicio de una dinastía. Tenían talento por todos lados, una ofensiva dominante y una defensa que robaba balones al por mayor. Empero, llegó otra vez Eli y sus Giants para echarles la fiesta a perder.
Los de la Gran Manzana le pusieron un baile a los Atlanta Falcons y de ahí viajaron otra vez a Lambeau para el juego Divisional. La defensa anuló el ataque terrestre de los Packers e Eli Manning lanzó para más de 300 yardas y tres touchdowns.
De nuevo, dejó en el camino a Green Bay para después eliminar a los San Francisco 49ers y una vez más, ganarle un Super Bowl a los Patriots.
Sí, Eli Manning nos ha dado dos de las mayores sorpresas en la historia reciente de la NFL. Este año igual su equipo no pinta para mucho, tienen una defensa bastante decente y un cuerpo de receptores muy completo. Sin embargo esa parece ser la gracia de este mariscal: cuando nadie espera nada de él es cuando termina sacando resultados.