Como saben, se viene esa época del año en la que todos los tazones colegiales aparecen. Unos más importantes que otros (con respecto a nombres de equipos y valor de los mismo); sin embargo, todos tienen algo que regalarnos.
*** Si quieren saber cómo está la programación de los tazones colegiales, denle clic aquí.
Ayer se jugó de los menos “famosos”, el Popeye’s Bahamas Bowl y se enfrentaron las universidades de Central Michigan y Western Kentucky. A pesar de todo pronóstico, fue un partido realmente emocionante y el marcador es una prueba: 49 a 48 favor los Hilltoppers (los de Kentucky).
¡Pero eso no fue todo!
El final del juego estuvo de locos. El partido se encontraba 49-42 y Central Michigan tuvo la última jugada del partido. Se encontraban en la yarda 23 de su propio campo, cuando el QB, Cooper Rush lanzó un pase bomba y encontró al receptor Jesse Kroll.
Después de esa recepción, toda la jugada se volvió digna de una película. Pases laterales y con un segundo en el marcador… este podría ser el touchdown más milagroso y espectacular del año.
Miren nada más:
¡¡¡No pueeedeee seeeer!!!
Ya no había tiempo en el reloj y Central Michigan hizo lo imposible; no obstante, tras marcar la antoación, se fueron por una conversión de dos puntos (obviamente para ganar el juego) pero la fallaron.
¡¡¡Sí, lo fallaron!!!
Ese hubiera sido el final perfecto para un tazón que no defraudó a todos los asistentes al estadio.
