Por Daniel Montes de Oca | @montesdeoca11
Dicen que los buenos momentos la mayoría de las veces duran poco… Y más si se trata de México.
Si este pensamiento lo trasladamos al futbol, el Club Guadalajara lo ha reforzado en el presente torneo… Y ahora en el Clásico.
Chivas pasó del carnaval gozoso al Apocalipsis… Otra vez, ahora ya eliminado pero en un partido que representaba una aislada alegría para el pueblo rojiblanco que está pagando con un semestre de pesadilla el título del torneo pasado.
Durante más de 70 minutos el hasta entonces lugar 16 de la tabla sometió al sublíder, lo apretó, le impidió desplegar su juego lleno de vértigo por las bandas y con un Darwin Quintero en estado de gracia.
El gol de Carlos Cisneros que colocó con precisión de cirujano el balón en el único rincón donde Agustín Marchesín no podía llegar, fue apenas justo premio para una propuesta valiente y sin complejos del equipo que llegó como víctima al Estadio Azteca.
Guadalajara incluso pudo aumentar su ventaja pero tras errar en su intento se sucedieron dos factores que cambiaron el rumbo de un dignísimo clásico de clásicos…
Primero el otrora seguro Rodolfo Cota cometió el pecado de rechazar un balón ante el depredador Oribe Peralta que no perdonó el empate; y posteriormente, la salida de Carlos Salcido por lesión descompuso a la zaga del Rebaño Sagrado y así llegó la remontada con un hasta entonces desaparecido Renato Ibarra como el autor.
Con las individualidades que tiene el América y cada vez mejor juego de conjunto impulsado por Miguel Herrera que celebró 500 partidos dirigidos, es imposible un pestañeo porque éste se paga recogiendo el balón de entre las redes.
No jugó bien y así le alcanzó para ganar, a ese grado está el poderío azulcrema en este torneo.
Guadalajara tiene poco qué reprocharse, más allá del fallo de Cota y un ‘Chofis’ López indigno de portar el ‘10’ en el equipo. Apático, sin compromiso, errático, sin mentalidad, sin nivel.
Del lado americanista toca celebrar y alargar las sonrisas que han sido un común denominador desde el regreso del ‘Piojo’. El análisis vendrá después y en él, Herrera será plenamente consciente de que ganaron incluso sin mostrar su mejor cara.