Este fin de semana el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se aventó la puntada de exigirle a la NFL que despida a los jugadores que protestan durante el himno por la violencia racial en USA. El mandatario argumentó que las manifestaciones de los atletas son una falta de respeto a los símbolos patrios y además insultó a quienes se han hincado mientras se entona la melodía conocida como “The Star-Spangled Banner”.
If NFL fans refuse to go to games until players stop disrespecting our Flag & Country, you will see change take place fast. Fire or suspend!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 24 de septiembre de 2017
Las palabras del presidente de EEUU no sirvieron para amedrentar a la liga, al contrario. Este domingo en todos los partidos de la NFL hubo diversos tipos de protestas durante el himno estadounidense. Los Jacksonville Jaguars y Baltimore Ravens formaron una cadena humana en Londres como muestra de unión, los Pittsburgh Steelers (salvo Alejandro Villanueva) no salieron del vestidor durante la ceremonia previa al partido, los Oakland Raiders (menos Derek Carr) se hincaron todos, etc.
La palabras de Trump han hecho que la gente se pregunte si realmente el mandatario tiene la facultad legal de exigir que se despida a los jugadores de la NFL que protestan. La respuesta es un tajante y rotundo “NO”. De acuerdo a Sports Illustrated, la NFL es un ente particular por lo que el presidente no debe tener ningún tipo de influencia en a quién contrata o despide la liga de futbol americano.
Si bien la Primera Enmienda de la Constitución Estadounidense hace que tanto Donald Trump como los jugadores de la puedan ejercer su libertad de expresión, el hecho de que puedas pedir algo no te faculta para exigirlo legalmente.
De hecho, si hubiera alguna especie de conflicto legal derivado de las palabras del presidente, el problema sería para Trump. En el capítulo 227 del décimo octavo código legal de los Estados Unidos prohibe tanto al presidente como a los miembros del Congreso “influenciar negativamente las contrataciones de empleados de una empresa privada”. La sanción por este delito es de hasta 15 años de cárcel.
Los dueños de la liga han mostrado su rechazo a las palabras del empresario; es más, el repudio hacia sus declaraciones ha sido tan grande que hasta Robert Kraft, dueño de los New England Patriots e íntimo amigo del presidente, dijo que “se siente decepcionado” con las palabras del republicano.
Statement from #Patriots Chairman & CEO Robert Kraft: pic.twitter.com/f5DJeK0Woj
— New England Patriots (@Patriots) 24 de septiembre de 2017
A la NFL se le podrá acusar de ser hipócrita pues no siempre defiende el derecho a la libertad de expresión. Prueba de ello son las opresivas reglas que tenía la liga sobre los festejos hasta la campaña pasada y Colin Kaepernick sigue desempleado. Sin embargo, como un ente particular no tiene la necesidad de ser consistente en su reglamento y no es la imagen de un país.
En conclusión, Donald Trump sí puede decir lo que quiera, ya que está protegido por la Primera Enmienda. De igual forma, los jugadores pueden protestar debido a la misma enmienda. Sin embargo, el mandatario no tiene la facultad legal de exigir despidos o suspensiones y es más probable que si algún equipo de la NFL sí corre algún jugador por protestar, Trump se meta en problemas por violar el capítulo 227 del código legal #18 de los Estados Unidos.