Era el minuto 64 y Real Madrid aún ganaba el partido por la Supercopa de Europa ante el Atlético de Madrid. Para ese momento Sergio Ramos y Diego Costa llegaron al clímax de una batalla explosiva.
Ramos se caracteriza por ser un defensa férreo, aguerrido y que suele imponerse por arriba y por abajo, a veces se le pasa la mano y lesiona a uno que otro rival, como el caso de Mohamed Salah, pero Costa no cata mal rancheras.
Como resultado, ambos jugadores de la Selección de España se dieron hasta con la cubeta y Ramos fue el que empezó esta batalla con un codazo al delantero en la cara apenas a los siete minutos. El silbante sólo le llamó la atención a Ramos.
LA PRIMERA FALTA FUERTE DE SERGIO RAMOS#SupercopaxFOX El defensa del Real Madrid le metió tremendo codazo a Diego Costa
¿Era para que le enseñaran alguna tarjeta? pic.twitter.com/GzFAGU1eI1
— FOX Sports MX (@FOXSportsMX) 15 de agosto de 2018
Pero eso no se quedó así, pues Costa terminó por cobrárselas al minuto 64 cuando disputaba un balón con Ramos por la banda derecha. Ambos pelearon cuerpo a cuerpo y Costa resultó ganador. El defensa del Real Madrid cayó al césped y ahí recibiría la peor parte del castigo: un pisotón de Costa a la cabeza.
¿ERA PARA ROJA?#SupercopaxFOX | Diego Costa fue a disputar una pelota con Sergio Ramos y cuando el defensor se cayó al suelo, el delantero le pegó con su pie en la cabeza.
❤️ No era roja
🔁 Era roja pic.twitter.com/zE6a9d6Evc
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No hubo tarjeta para el atacante, pues el silbante consideró que ambos iban forcejeando y el pisotón fue producto de ese mismo forcejeo, sin intención de pisarle la cabeza al zaguero merengue. Después de una intensa discusión, terminaron dándose la mano.
Al final del juego y con el título de la Supercopa de Europa en las manos, Costa aseguró que en el terreno de juego cada uno sabe que se dará hasta con el cable de la plancha.
“Todo el mundo sabe lo mucho que admiro a Ramos, en gran jugador y lo ha demostrado año tras año. Tengo una amistad con él. Cuando llegué a la selección me ayudó bastante, pero dentro del campo, si está mi madre o si está su madre, no hay de otra, hay que pelear cada quien por lo suyo. Es un jugador fuerte, que le gusta ganar, va fuerte a las jugadas y yo igual. Pase lo que pase en el terreno de juego, después de éste nos damos la mano y se acabó”.