Del 27 de junio del 2016, Lio Messi sacó el peor recuerdo posible en su etapa como seleccionado argentino. Atrás había quedado la terrible memoria de perder la final de la Copa del Mundo en Brasil 2014, ante Alemania.
Parecía entonces, que Messi no volvería a terminar un partido con la albiceleste con la cara de tristeza y una infernal migraña, pero el destino, que a veces resulta tan cobarde, le tenía a Lionel otra tristísima noche. La tercera al hilo. Otra vez con los de su casa, la Selección de Argentina.
Lio Messi, derrotas de Final en Final
Resulta que el cuento de horror que vivió en el Maracaná, se repitió una vez más, aunque la secuela fue aún más dolorosa. Una vez más, la maléfica madrastra, la pelota, desnudó a su más cariñosa hada, Lio, y Argentina fue un caos en la Copa América del 2016, en Estados Unidos.
Con esa final, Messi y su ejercito de clarooscuros perdía su tercera final al hilo. Brasil 2014, Chile 2015, y la fatídica Copa Centenario del 2016, realizada en Estados Unidos.
El futbol que decidió elegir a Messi como su protagonista, no tuvo piedad de él cuando lo encontró en las finales. Tan cruel fue, que el ’10’ falló el penal de esa final. Messi nunca tuvo paz.
El día más triste en la vida de Lionel Messi con Argentina
Hoy, más de dos años después, Elvio Paolorosso, preparador físico de Gerardo Martino, entrenador del equipo en ese entonces, contó el relato más triste de aquel día: “El vestuario después de la Copa América fue muy doloroso, pero lo peor vino después“, inició en una entrevista con Jogo Bonito.
“A las 2 de la mañana, más o menos, voy a la utilería, encuentro a Lio, solo, absolutamente solo, llorando como un nene que perdió a la madre. No podía hacer nada. Lo abracé y lloriqueamos un poco los dos“, contó el asistente del Tato Martino.
Esa noche, el astro argentino se rindió por primera vez. Las cuatro finales perdidas vistiendo la camiseta albiceleste fueron demasiado para él. “Se terminó para mí la selección. No es para mí. Lamentablemente lo busqué, era lo que más deseaba y no se dio”. Sin duda, esa noche fue la más triste de Messi en mucho tiempo.