La frustración y el vandalismo se combinaron en el Estadio Víctor Manuel Reyna de Chiapas, pues en la parte final del partido que Jaguares y Santos empataron 2-2, se presentó invasión de cancha.
De hecho, el técnico de los laguneros, José Manuel de la Torre, se negaba a continuar el partido y quería llevarse a sus futbolistas al vestidor, pero a final de cuentas se reanudó el juego.
La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de Chiapas y la Policía Municipal de Tuxtla Gutiérrez, informaron que fueron detenidos más de 26 aficionados (17 adultos y 9 menores de edad) debido a estos hechos violentos en los que algunos policías resultaron lesionados por distintos objetos que fueron arrojados desde la tribuna y en el terreno de juego.
A los detenidos se les acusa de atentar contra la paz, colectividad de la comunidad del estado y pandillerismo.
Todo sucedió en el minuto 92 cuando Jaguares tenía un tiro libre a favor y de pronto ingresaron alrededor de 10 aficionados al campo, lo que generó que el árbitro César Arturo Ramos detuviera el partido.
El bochornoso incidente duró 16 minutos en los que ocurrió de todo: sacaron a los invasores y los regresaron a las tribunas, mientras que otro grupo de seguidores arrojaba proyectiles a la cancha, los cuales hirieron a un grupo de policías.
Chiapas quedó último de la tabla de cocientes tras la penúltima fecha y, por si fuera poco, su estadio podría ser vetado por estos acontecimientos.
