Emma Raducanu es una de las jóvenes figuras del tenis y su popularidad incrementó después de que ganara el US Open en 2021. La mala noticia es que esta situación no siempre llega con consecuencias positivas porque algunas personas desconocen los límites del respeto y la privacidad. Así ocurrió con Amrit Magar, quien acosó a la tenista durante varias semanas.
Se trata de un hombre de 35 años que hace tiempo trabajó como repartidor de Amazon y ahora se obsesionó con la tenista británica. De acuerdo con reportes de la prensa local, Magar caminaba hasta 37 kilómetros para llegar al hogar de Raducanu y sus padres. En una ocasión dejó flores, una “carta de amor” y un mapa en el que mostraba el recorrido que hacía desde su propia casa.
Además de las pruebas físicas, las cámaras de seguridad lo captaron en más de una ocasión al pararse frente a la puerta. Más cerca de las fiestas decembrinas, los supuestos regalos para Emma Raducanu también se convirtieron en decoraciones navideñas; por si fuera poco, el acosador decoró uno de los árboles del jardín y robó equipo de entrenamiento pensando que era de la tenista.
La postura de Emma Raducanu ante la corte
Ante las constantes intervenciones de Magar y la inseguridad que este generó en Emma Raducanu y toda su familia, el caso llegó a la corte. Una vez que se hizo la denuncia, Magar fue arrestado y al revisar sus pertenencias, la policía encontró un tenis de entrenamiento. Al cuestionarlo sobre si lo tomó de la casa solo respondió que “quería un souvenir“.
El padre de Raducanu reconoció al acosador porque se presentaba en el inmueble constantemente. Asimismo, dijo a las autoridades que lo había seguido cuando manejaba rumbo a presentar la denuncia. De acuerdo con la información del caso, la primera visita de Magar se dio el 23 de noviembre de 2021; aquel día llegó con un ramo de flores y una carta.
Entre las notas que Emma Raducanu recibió en estos meses, algunas decían que “merece amor”. Y si esto no parece suficiente, en las firmas de las cartas aparecía el nombre de Amrit Magar, el de su esposa Bina e incluso el de su perro Logan. Todo esto generó preocupación en la campeona del US Open, que envió un comunicado a la corta con su declaración.
“Consecuencia de esto, siento que me quitaron mi libertad. Constantemente estoy revisando por encima de mis hombros, me siento preocupada porque esto suceda de nuevo. No me siento segura ni en mi propia casa, que es donde debería sentir mayor seguridad. Quiero mudarme a una nueva casa porque me preocupa que pueda regresar al saber en donde vivo“, dijo la tenista de acuerdo con Daily Mail.
Ahora solo queda esperar la condena, que se decidirá en febrero.