Se eligió al mejor quinteto de la NBA y como es normal, algunas estrellas de la liga quedaron fuera de este. Uno de ellos fue el centro de los New Orleans Pelicans, Anthony Davis.
No hay duda que Davis es uno de los mejores en su posición, sino el mejor, pero esta temporada tuvo un bajón de juego junto a lesiones y esto le costó no sólo el golpe en el orgullo, también en la cartera.
El verano pasado el oriundo de Chicago firmó una extensión de contrato millonaria. Como es costumbre, en estos acuerdos siempre hay cláusulas y bonos, las llamadas letras chiquitas. Pues en una de esas Anthony podía ganarse 24 millones de dólares si cumplía una condición.
Davis tenía que sumar antes dos llamados como titular al All-Star o ser votado para alguno de los tres mejores quintetos de la liga. Si no conseguía estas condiciones también podía embolsarse esa lana ganando el trofeo de MVP.
No logró ser el más valioso, fue llamado al Juego de Estrellas, pero como suplente y no entró en ningún quinteto. Por lo tanto, su sueldo durante los siguientes años se verá reducido hasta perder la cantidad ya mencionada.
Seguro cuando firmó su contrato pensó que eso sería pan comido. Sobre todo porque estaba en el mejor momento de su carrera. Ahora, es más que probable que le duele perder esa cantidad de dinero, pero también cuando vea el cheque de la siguiente temporada, que estará más o menos en los 21 millones de dólares, se le pasa.
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