David Beckham se retiró del futbol en 2013 y para ese entonces ya se hablaba más de sus peinados y su figura como una especie de rockstar, aunque en realidad también fue un jugador fuera de serie y si en la actualidad gozamos de los tiros libres de Lionel Messi, en su momento Beckham también fue una garantía y un espectáculo de primer mundo.
El inglés tenía una forma única de pegarle al balón, lo cual resultaba un auténtico show digno de analizarse, pues tenía una técnica especial desde la forma en que se perfilaba y cómo jugaba con el movimiento de los brazos antes de impactar el balón.
México fue víctima de su clase
Mientras corría hacia el balón, el brazo izquierdo de David Beckham dibujaba un medio círculo grande, impactaba de pierna derecha con potencia y a la vez tanta clase que el balón hacía una parábola de embrujo. Los arqueros caían hechizados muchas veces por el efecto del balón, que cambiaba de dirección justo cuando iniciaban el recorrido hacia el lado contrario al que finalmente se dirigía el esférico.
En cada uno de los equipos con los que jugó, la pierna derecha de Beckham dejó huella en tiros libres, salvo en el PSG, el equipo en el que se retiró.
En cuanto a la Selección, Beckham marcó uno de esos espectaculares tiros libres contra la Selección Mexicana, en un partido amistoso en 2001, en el cual los británicos se impusieron 4-0. En aquel entonces, México era dirigido por Enrique Meza y el portero a quien le tocó recibir ese golazo fue Oswaldo Sánchez.
Los 65 goles de Beckham de tiro libre (y tiros de esquina)
A lo largo de su carrera, David Beckham marcó 65 goles entre tiros libres y tiros de esquina, es decir, disparos que se convirtieron en goles olímpicos, los cuales repartió de la siguiente manera.
Equipo | Goles de tiro libre y olímpicos |
Manchester United | 31 |
Real Madrid | 14 |
Los Ángeles Galaxy | 12 |
Selección de Inglaterra | 7 |
Milán | 1 |
43 de esos 65 goles los marcó por arriba de la barrera; en 13 ocasiones optó por disparar al lado del muro, tres más se colaron entre la barrera y sólo en una ocasión madrugó con un tiro por debajo; los otros cinco goles sobrantes los consiguió en goles olímpicos (tres) o madrugando cuando la barrera aún no estaba lista.
En cuanto al perfil, el británico tuvo mayor efectividad perfilándose desde el costado izquierdo que del lado derecho, que el natural. Desde el lado derecho marcó 23 goles, mientras que del lado izquierdo fueron 29. Una decena más fueron tiros desde el centro, y además de tres goles olímpicos.