En medio de un huracán de acusaciones de acoso sexual, racismo y rumores sobre sobornos a sus empleados para guardar silencio al respecto, el dueño de los Carolina Panthers, Jerry Richardson, anunció este domingo que pondrá al equipo a la venta al terminar esta temporada de la NFL.
El comunicado llegó a través del sitio oficial del equipo, en el que el dueño explica que no empezará a escuchar ofertas hasta que no se haya terminado el último partido de la NFL e invitó a todos sus empleados a concentrarse en que Carolina juegue y gane el Super Bowl.
Richardson está siendo investigado por la liga por hacer comentarios racistas hacia un empleado afroamericano y algunas acciones contra las mujeres, como pedirles que giren en los “viernes de jeans” para verlas por la parte posterior, hacerles regalos para que se arreglen o vayan mejor vestidas y algunas más creepy como pedirles rasurar personalmente sus piernas.
El equipo iba a manejar el asunto internamente, pero entonces se enteró el señor Roger “Detective” Goodell y mandó a su propia policía privada de la NFL a que tome el control de esa investigación.
