Desde la finalización de la Supercopa de España se había especulado demasiado sobre qué pasaría con Gerard Piqué y su sanción por insultar al abanderado, se dijo que podrían ser doce juegos, pero al final todo quedó en cuatro.
El Comité de Competición fue quien confirmó que tras haber gritado “me cago en tu puta madre” a Velasco Carballo en el partido de vuelta de la Supercopa de España ante el Athletic, el español tendría cuatro juegos de sanción.
Además de no poder jugar algunos encuentros con el conjunto blaugrana, el defensor tendrá que pagar una multa que asciende a los 3 mil euros, mientras que el equipo pagará mil 400.
Por más que el F.C. Barcelona trate de negar la evidencia con endebles argumentos sobre la literalidad de la frase que, según su versión, espeta el jugador, o la hipotética interpretación contextual que haya que concederse al uso de lo que, también según el recurrente, se trataría de una “expresión muy típica catalana” para “dar más énfasis a la frase anterior para expresar disconformidad o enfado” (sic), que dice haber utilizado el jugador (“castellanizando” lo que no deja de ser una grosería como “la puta madre”, en su traducción del catalán “la puta mare” –sic-), no cabe duda de que tales alegaciones no pasan de ser una cortina de humo ante un meridiano insulto y consiguiente falta de respeto a uno de los componentes del equipo arbitral.
Dicen los detractores que esta medida es más que exagerada, que Cristiano Ronaldo ha soltado patadas, golpes y demás, pero solo le dan un juego, ya saben, la eterna rivalidad hasta en expulsiones.
¿Qué dicen?