La temporada pasada el Leicester City consiguió una de las hazañas más impresionantes en la historia de la Premier League. El equipo logró el campeonato del torneo y el dueño de club decidió regalarles un coche de lujo.

Al finalizar la campaña anterior, los futbolistas recibieron un BMW i8 color azul para celebrar el título. El coche, de más de 2 millones y medio de pesos, fue otorgado a la plantilla completa, pero el único problema era el tono de los vehículos.

Lo que podría parecer un gran gesto por parte del propietario del club se convirtió en todo un problema para los jugadores. Como todos los automóviles tenían el mismo color, al salir de los entrenamientos confundían qué coche era suyo y por ello decidieron hacerles unas cuantas modificaciones.

Los profesionales acudieron a un taller de pintura para cambiar el tono azul y cambiarlos a su gusto.

Porque cuando es quincena y depositaron a tiempo, uno se puede dar ciertos lujos…

 

***Foto: @AC13PREMIER

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