Chris Nikic eligió el deporte para dar una lección de vida muy especial, pues a sus 21 años se ha convertido en la primera persona con Síndrome de Down en completar un Ironman de triatlón, el cual consiste en 3.86 kilómetros en natación, 180 kilómetros de ciclismo y un maratón.
Con ello, Chris rompió muchos paradigmas que lo han perseguido a lo largo de su vida. Su padre, Nik, indicó que desde el nacimiento de Chris han vivido con una especie de atadura, pues los médicos han dicho que su hijo no podría llevar una vida ordinaria y por mucho tiempo lo creyó, pues apenas a los cuatro meses de edad, Chris fue sometido a una cirugía a corazón abierto.
Uno por ciento mejor
Además, comer fue un problema hasta los cinco años y le costó trabajo caminar hasta los cuatro años, sin embargo, gracias al apoyo de su padre, Chris se ha convertido en un ejemplo de superación bajo una teoría del uno por ciento mejor.
Nik es propietario de una empresa de consultoría en ventas y descubrió que a la gente no le gusta cambiar tanto, por lo que ha estimulado a las personas a mejorar uno por ciento. Llevó a la práctica su teoría con su hijo y lo que comenzó con una lagartija se convirtió en una rutina de 25 a 40 horas de entrenamiento por semana.
“Aprendí que estoy dispuesto a trabajar duro y mejorar un uno por ciento cada día, entonces todo es posible. Pero también aprendí que puedo hacer realidad mi sueño”, dijo, de acuerdo con Si.com.
Nik descubrió que en realidad los comentarios de los médicos sobre las limitaciones de Chris eran incorrectos, pues no es que su hijo no pueda hacer cualquier actividad, sino que toma tiempo en aprender a hacer varias actividades.
“Chris es pura alegría. Siempre está feliz. Ilumina una habitación cuando estás cerca de él. Es difícil estar triste. Es difícil estar enojado”, indicó Nik.
Chris en competencia
Chris compitió como una persona más, a diferencia que contó con un guía de seguridad, Dan Grieb, y juntos saltaron al agua del Golfo de México, en Florida. Completó los 3.86 kilómetros en 1:54:39 horas.
Los 180 kilómetros de ciclismo los completó en 8:12:37 horas, con algunas paradas, ya que por equilibrio debe detenerse cuando debe tomar agua. El maratón lo terminó en 6:18.48 horas y su registro no habría contado si hubiera llegado a la meta 14 minutos después.
“La parte más difícil es andar en bicicleta porque estar sentado durante ocho horas hace que me duelen las manos y el trasero”, compartió Chris.