Chelsea terminó la historia de la temporada 2020-21 con el punto final más esperado por sus aficionados, un punto final de oro, después de ganar la Champions League, después de dos semestres de contraste. El primero dejó un sabor amargo con Frank Lampard en el banquillo, mientras que el segundo hizo soñar, con Thomas Tuchel.
Los seguidores del Chelsea aún no han despertado de ese sueño en el cual vencieron 1-0 al Manchester City en la final de Oporto, y el cual arrojó la segunda Champions League en la historia de los Blues, algo impensado en enero, cuando Frank Lampard perdió el rumbo del equipo y fue despedido.
Contrastes en la Premier League
Chelsea se quedó muy lejos de ganar la Premier League, pero alcanzó a corregir el camino justo a tiempo. Lampard fue despedido el 25 de enero, justo a la mitad de la temporada, tras 19 jornadas, en las que hizo 29 de 57 puntos posibles, casi el 50 por ciento.
La leyenda de Stamford Birdge cayó hasta el duodécimo puesto en la sexta jornada, de modo que puso en riesgo el pase a la Champions.
Tuchel, quien había sido despedido del PSG en diciembre, tomó al equipo en el noveno puesto y lo primero que hizo fue controlar la hemorragia en zona defensiva. Recibió su primer gol en contra en el cuarto partido, el cual ganó. En 19 jornadas hizo 38 de 57 puntos posibles y colocó a los Blues en el cuarto lugar, en puestos de Champions.
En Champions League se ajustaron tuercas
“Frank hizo un buen trabajo, con él hicimos la primera fase y con Thomas recuperamos esa solidez defensiva”, comentó el capitán de los Blues, César Azpilicueta, después de levantar la Champions.
Lampard dejó al equipo calificado a los Octavos de Final sin derrota en el Grupo E. Habís sido un equipo consistente, pero no favorito a coronarse en la Champions. Sin embargo, Tuchel afinó detalles y desde los Octavos apenas recibió dos goles, uno del Porto en los Cuartos de Final y otro del Real Madrid en las semifinales.
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Fracaso en una copa y final en la otra
La presión para Lampard y el mal augurio del Chelsea comenzó la Carabao Cup. Se despidió muy temprano, en la segunda ronda, tras caer en penales contra Tottenham en penales, de modo que la FA Cup quedó como la única copa local al alcance.
Lampard fue despedido un día después del triunfo sobre el Luton, en la cuarta ronda, y Tuchel se encargó de hacer el resto y conducir hasta la final. En las cuatro rondas siguientes, Chelsea sólo recibió un gol, en la final contra Leicester, que se coronó ante la sorpresa de propios y extraños.
Tuchel ajustó piezas con las que Chelsea se transformó de un equipo gris y con escasas expectativas, en una escuadra capaz de jugar finales y ganar la más importante de toda Europa.