De manera profesional o amateur hemos todos tenido alguna experiencia cercana al deporte: desde nuestra primera clase de natación o un juego de futbol en la escuelita de nuestro equipo predilecto, hasta el intento por convertirnos en las próximas estrellas de alguna disciplina.

Justo esto podría ser equivalente a lo que sucedió ayer en el Super Bowl 50 con Cam Newton, el principiante que se lanzó al ruedo para convertirse en una leyenda y fue absorbido en su totalidad por los nervios de esa primera vez, por una pesadilla de la que no pudo despertar.

Durante todo el encuentro ese hombre que deslumbró a propios y extraños, que sonreía en todo momento, regalaba balones a sus pequeños fans y bailaba el “dab” durante la temporada no se hizo sentir en ningún momento.

Ante esto no le quedó más que afrontar la realidad, ser cuestionado por haberse pintado como el favorito (15 victorias y una derrota), por no haber buscado recuperar un balón que pudo haber suyo y posiblemente cambiado las cosas en el encuentro.

En conferencia de prensa el de Georgia no soportó la presión, su cabeza no dio para más y a pesar de haber perdido no supo comportarse como la estrella que pudo ser, como ese hombre que estuvo a punto de dejar en el camino a Peyton Manning y a unos Broncos que no son cualquier equipo.

¿Qué mensaje le envías a los aficionados de las Panteras?

Vamos a volver

¿Qué mensaje les dio Ron Rivera en el vestidor?

Nos dijo muchas cosas

¿Los Broncos hicieron algo distinto a la defensiva a lo que ustedes esperaban?

Nada diferente.

¿Cómo describirías en palabras la decepción que sientes ahora?

Perdimos.

Los nervios lo paralizaron, únicamente pudo completar 18 de 41 pases, fue capturado en seis ocasiones y lanzó 265 yardas. Ese brazo que lanza auténticos obuses, ese físico imponente y ese desparpajo para correr sin importar nada se quedaron en los últimos juegos antes del Súper Tazón.

Habrá que esperar otra temporada para saber si realmente Cameron Jerrell Newton es una figura de esas que pocas veces se ven y que en la presente década dejará huella o simplemente pasará como uno más de esos deportistas que brillan una vez y se convierten en uno más.

Este jugador ha sido un auténtico ganador desde sus primeros años: Fue campeón con Blinn College y Auburn, se llevó el trofeo Heisman, fue pick 1, lo nombraron Novato del año y ahora es el MVP de la temporada. Tiempo al tiempo.

Carlos Reyes / @ElTalCarlitos

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