Esa vieja frase que dice: “quien no conoce su historia está condenado a repetirla” aplica para muchos aspectos de la vida. En el deporte es bastante adecuada para lo que acaba de pasar con los Detroit Lions y su receptor, Calvin Johnson.
Mejor conocido como Megatron, Johnson le dijo al equipo que no piensa regresar para la siguiente temporada, haciendo su anuncio de retiro inminente. A sus 30 años de edad, el receptor ya no es un jovencito pero aún tiene tres o cuatro años de buen nivel. Empero, las lesiones y la falta de triunfos parecen los motivos principales para que el oriundo de Georgia deje atrás a la NFL.
Hace poco más de 16 años, el 27 de julio de 1999, en la ciudad motora sucedió algo similar. Barry Sanders sorprendía al mundo anunciando que dejaría de jugar. Con buena salud y a sus 31 años el mejor jugador que han tenido los Lions decidió que había tenido suficiente de futbol americano en su vida.
Todos los expertos comentaron que la mayor razón del corredor fue el poco éxito con el equipo. Jamás llegaron a un Super Bowl y tan sólo ganó un partido de playoffs. El hartazgo del producto de Oklahoma State fue tanto que se retiró a las puertas de romper el récord de Walter Payton de más yardas terrestres.
Si lo vemos en retrospectiva la situación es muy similar a lo de Calvin, la historia se repite. Siendo muy duros, su talento simplemente fue desperdiciado, jamás utilizado en su totalidad. Imaginar simplemente si Megatron hubiera jugado con los Patriots o los Broncos; imaginar si Barry hubiera sido el corredor de Brett Favre o de los Bills de los 90’s, su carrera sería tan diferente. Claro, sólo es pensar en el hubiera, el cual sabemos que no existe.
Los aficionados de este deporte podríamos tomar esto con coraje. Los Lions han matado las esperanzas de dos grandes jugadores por malas decisiones administrativas y simplemente ser un equipo malo. Para bien o para mal, Johnson y Sanders serán recordados como lo que pudieron ser si hubieran estado en mejores franquicias.