Conmebol vuelve a cambiar la sede de la Copa América, esta vez dejará a los 2 países que en un principio estaban confirmados para ser en los que se jugaría la competición más longeva del futbol. Colombia ante la crisis sanitaria y social, se bajó del barco y Argentina por el tema del COVID-19, también dice adiós a la Copa.
El anuncio de que Argentina ya no sería más la sede de la Copa América se dio el día 30 de mayo y Conmebol anunciaba que estaría viendo las propuestas que tenía pensadas como sedes alternas para que se pueda disputar en tiempo la competición.
Argentina vive un momento crítico gracias a la pandemia por el COVID-19, durante el mes de mayo vio un incremento en los nuevos contagios de sus ciudadanos, al igual que un incremento en las muertes que este virus generó.
Es por eso que la decisión de que Argentina no sea sede de la Copa América es en busca de que existan menos riesgos de contagios en aficionados, jugadores y cuerpos técnicos. Brasil, como ya mencionamos, será el país que albergue al torneo con fecha a iniciar el 13 de junio.
“El gobierno de Brasil demostró agilidad y capacidad de decisión en un momento fundamental para el fútbol sudamericano. Brasil vive un momento de estabilidad, tiene comprobada infraestructura y experiencia acumulada para organizar una competición de esta magnitud”, dijo el presidente de CONMEBOL, Alejandro Domínguez
Brasil y la situación con el COVID-19
En Brasil se vive una situación similar a la de Argentina, pero con números exponencialmente superiores debido a la mayor cantidad de población en el país carioca. De acuerdo a los registros, en las últimas 2 semanas en Brasil, han fallecido 26, 180 personas debido al COVID-19.
887,887 son los nuevos casos detectados en Brasil, durante las últimas 2 semanas, cerca del millón de personas con nuevos contagios. Aunque la línea se ha mantenido en cuanto a los datos registrados en Brasil, con algunos incrementos, esto nos dice que la situación sanitaria no está para echar las campanas al vuelo y ser sede de la Copa América.
Jair Bolsonaro, presidente de aquel país, ha sido criticado por su pésima gestión a la pandemia por COVID-19, al punto en el que, el pasado 29 de mayo se congregaron para realizar una protesta en las calles de Brasil y en el distrito federal de Brasilia, capital de la nación.
