Lo que necesitas saber:
Ayrton Senna corrió en siete ocasiones en el Gran Premio de México
Ayrton Senna, el piloto más grande de todos los tiempos en Fórmula 1, tuvo una conexión especial con México que fue más allá de las pistas, especialmente durante su virtuosa etapa con la escudería McLaren, en la cual escribió sus mejores historias al lado de Jo Ramirez, coordinador de aquella escudería.
Sin embargo, la leyenda de Senna en México comenzó a escribirse en la escudería Lotus en su tercera temporada dentro del Gran Circo, en la temporada de 1986, después de que nuestro país quedara fuera del calendario por más de 15 años.
Así le fue a Ayrton Senna en México
En total, Senna disputó siete carreras en el Gran Premio de México, en las cuales consumó cuatro podios y un triunfo, en la temporada de 1989. Sobre el asfalto del Autódromo Hermanos Rodríguez, ‘Magic’ también consumó tres pole positions.
| Año | Escudería | Qualy | Carrera |
| 1986 | Lotus | Primero | Tercero |
| 1987 | Lotus | Séptimo | DNF |
| 1988 | McLaren | Primero | Segundo |
| 1989 | McLaren | Primero | Primero |
| 1990 | McLaren | Tercero | DNF |
| 1991 | McLaren | Tercero | Tercero |
| 1992 | McLaren | Sexto | DNF |
1989, el recuerdo más dulce de Senna en México
De todas sus visitas a México, la más especial para Senna fue la de 1989, la segunda como piloto de la escudería McLaren y es que fue la única vez en la que pudo coronar un fin de semana perfecto. En la sesión de calificacíon registró el tiempo más rápido, tal y como lo había hecho un año antes.
Sin embargo, en 1989 dominó aquel fin de semana de mayo de punta a punta y se convirtió en el tercer piloto de McLaren en ganar el Gran Premio de México, detrás de Alain Prost y Denny Hulme, y hasta la fecha es el último piloto latinoamericano en ganar sobre el asfalto del Autódromo Hermanos Rodríguez.
Aquella fue la tercera victoria consecutiva de Senna en aquella temporada después de haber ganado en San Marino y Mónaco, pero a cambio llegaron cuatro carreras sin puntos. Abandonó en Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, además se quedar séptimo en Canadá en una era en la cual sólo los primeros seis sumaban puntos.
Su vínculo con el mexicano Jo Ramírez
Senna tuvo un vínculo muy fuerte con un mexicano, Joaquín Ramírez, mejor conocido como Jo Ramírez, coordinador del equipo McLaren, con quien trabajó desde 1988 hasta 1993. Jo vivió en carne propia la feroz rivalidad entre Ayrton y Alain Prost y aunque trató de ser neutral con ambos, ha confesado que sentía mayor conexión con ‘Magic’ por el hecho de ser latino.
En 1990, Senna festejó 100 Grandes Premios en México, por lo cual Jo Ramírez pidió a su hermana, Ana Elena, que prepara un pastel para festejar dicha cifra. “Ayrton cortó la mitad del pastel y cuando volteé esa mitad terminó en mi cabeza”, recuerda Jo en su libro sobre sus memorias en Fórmula 1. “Fue una ocasión muy especial en la que Ayrton mostró estar convirtiéndose en una persona mucho más relajada”.
Un año después Senna tuvo la peor experiencia de su vida en México, cuando su McLaren dio un medio trompo en la entrada a la extinta curva peraltada durante las prácticas, y su monoplaza volcó en la trampa de arena. El piloto batalló para quitarse los cinturones de seguridad para salir del monoplaza ante el temor de un incendio.
Senna fue trasladado al hospital del circuito, donde se descartaron lesiones importantes y una vez en el hotel, Senna confesó a Jo Ramírez que “hoy la vi cerca”, pero a pesar del incidente, Ayrton subió el podio por última vez en México.
El 1 de mayo de 1994, cuando Senna ya estaba en Williams, tuvo un último contacto con Jo Ramírez con quien tenía demasiada confianza. “Me dijo que estar con Williams era muy diferente a estar con McLaren, ya que los pilotos eran tratados como un empleado más y nadie se hacía cargo de sus necesidades”.
Senna quería salir de Imola lo más pronto posible, por lo cual pidió a Jo Ramírez que gestionara todo para salir del circuito en helicóptero una vez terminada la carrera. “Ayrton Senna murió tal como vivió: Al frente, como líder, el límite en la profesión que escogió. No sólo fue el mejor piloto de carreras, un verdadero poeta en el arte, sino también un gran personaje. Heredamos su ejemplo y un mundo de memorias”.
