Una decisión bastante polémica, pero que para mucha gente era necesaria. Atletas transgénero ya no podrán participar en competencias internacionales femeniles, según determinó este 23 de marzo la Federación Internacional de Atletismo.
Al menos no quienes hayan vivido una pubertad masculina antes de su transición, según una nueva normativa que entrará en vigor a partir del próximo 31 de marzo. A continuación te contamos de qué va esta decisión.
Atletas transgénero no podrán competir en competencias internacionales
Se trata de un tema muy polémico y —según palabras del presidente de World Athletics, Sebastian Coe— sin respuestas fáciles. Mientras se lucha por la no discriminación de las personas transgénero tanto en el deporte como en otros ámbitos de la vida pública, una lucha reciente puso en duda que atletas transgénero deban competir en ramas femeniles.
Un ejemplo, aunque no en atletismo sino en natación, es el testimonio de Riley Gaines, quien compitió contra Lia Thomas, nadadora transgénero que comenzó a batir varios récords femeniles y prácticamente no tiene competencia debido a sus condiciones físicas (altura, fuerza, etc).
Volviendo al atletismo, la decisión de cambiar las reglas y buscar impedir que atletas transgénero se presenten en competencias femeniles es “guiada por el principio general que es proteger la categoría femenina”. Sebastian Coe dijo además, según retoma la BBC, que la decisión podría ser para siempre.
“Las decisiones siempre son difíciles cuando involucran necesidades y derechos en conflicto entre diferentes grupos, pero seguimos considerando que debemos mantener la equidad para las atletas femeninas por encima de todas las demás consideraciones“.
El presidente de World Athletics aclaró que se creará un grupo para realizar más investigaciones sobre las pautas de elegibilidad para atletas transgénero, pero por ahora y a partir del 31 de marzo, no podrán competir si tuvieron una pubertad masculina.
Personas con diferencia de desarrollo sexual tampoco podrán competir
Junto con lo anterior, la Federación Internacional de Atletismo determinó también impedir que compitan atletas con diferencia de desarrollo sexual. No hablamos de atletas transgénero, sino de mujeres biológicas con una condición por el que presentan altos niveles de testosterona.
Caster Semenya es quizá la atleta más famosa en esas circunstancias, y ella junto a otras atletas, deberán permanecer por debajo de cierto nivel de testosterona por dos años para poder volver a competir en la rama femenil.