Arabia Saudita ya dio señales de su evolución futbolística y sorprendió a Argentina en su primer partido del Mundial de Qatar, a pesar de contar con un plantel repleto de estrellas que militan en Europa, mientras que los árabes juegan en su propia liga. Arabia no esperaba este triunfo y Argentina no tenía presupuestada la derrota.
Con esto se terminó la racha de Argentina, que sumaba 35 partidos sin perder. Ante Arabia ya sumaba el 36 y pensaba que contra México impondría una nueva marca histórica, pero todo se derrumbó. Pero aquí se los advertimos. Argentina carga con una serie de maldiciones, entre ellas la que dicta que a la albiceleste no le va bien en los Mundiales que se celebran en años que terminan en dos ¿alguien recuerda, por ejemplo, cómo le fue a Argentina en Corea-Japón 2002?
¿México tiene que preocuparse de Arabia?
De las tres selecciones asiáticas que hemos visto hasta el momento, Arabia es que la mejor juega, pero por mucho, y es evidente. Tiene una idea de juego, disciplina táctica y uno que otro jugador talentoso que marca diferencia a nivel individual.
Se puede decir que Arabia hasta juega bonito por momentos. Ante Argentina, dejó varias pinturitas en la cancha, además de las jugadas que terminaron en gol, lo cual refleja que es un equipo bien trabajado, con jugadores que se conocen bien, e identifica los momentos en los cuales puede atacar y cuando le toca defender.
Tal vez su zona más frágil es la defensa, pero compensa con táctica. Argentina le hizo cuatro goles en el primer tiempo, de los cuales tres fueron anulados por fuera de lugar, y es que Arabia achicó la cancha, lo cual explica bien que esos tres goles anulados fueron por fuera de lugar en tres cuartos de cancha.
Y ahora nos quedan dos pensamientos. Arabia nos impulsa a creer en la Selección Mexicana en un Mundial de sorpresas, pues si ellos pudieron contra Argentina, ¿por qué nosotros no? El otro es que con toda la presión del mundo, la albiceleste saldrá brava ante el Tri.
Por lo pronto, unos memes para comenzar esta mañanita de sorpresas.
¡Suelta los memes, che!
