Sucedió en Serbia y le está dando la vuelta al mundo, pues un árbitro en una liga menor de aquel país tiene su propio VAR, aunque no uno como el que todos conocemos.
Primero y antes de que nada, tenemos que hablar del VAR, porque hasta el momento genera debates sobre su implementación en el amado deporte del futbol.
Odiado por unos y justificado por otros, el VAR llegó al futbol para sumarle más polémica a un deporte, que de por sí, ya tenía sus tintes de polémica sin necesidad del video arbitraje.
Básicamente, es una herramienta que ayuda a los árbitros, aunque también se ha demostrado que, en algunos casos, ni con ayuda del VAR los silbantes se ponen de acuerdo o toman la decisión correcta. Oooooohquela.
Peeeeeeero, los árbitros defienden la implementación del VAR, mientras que para los aficionados de todos los fans en el mundo es más como un: “Dios da y Dios quita”.
El árbitro de Serbia que improvisó su VAR en liga menor
Desafortunadamente, no todas las ligas profesionales tienen el dinero para implementar el VAR en sus estadios o canchas, así que, para algunos árbitros las decisiones siguen siendo más que polémicas.
Pero no para el silbante de Serbia, que aplicó una que en el barrio se conocería como “la chida” y en un gol de uno de los equipos, tuvo que ir al VAR, aunque no tenía uno oficial, agarró un celular de uno de los aficionados.
Órale, o sea, que el árbitro para acabar con la duda de si era gol o no, recurrió a su propio VAR en el teléfono de un aficionado para validar -o no- el gol, y hasta tomó el celular, lo llevó dentro de la cancha para revisar la jugada a detalle.
¿Cómo terminó la historia? Pues, el árbitro echó para atrás el gol del equipo que utilizaba el jersey azul y demostró ser más eficiente con un celular, que muchos otros con transmisiones en vivo… ¡Mega chale!