Por Miguel Ángel Delucio | @miguel_delucio
Pues podemos decir que ya vimos la supuesta “pelea del siglo” y hasta eso no estuvo tan mal como algunos esperaban. Las expectativas sobre el combate entre Floyd Mayweather y Conor McGregor eran muy bajas y las superaron.
The Notorius se esforzó pero al final se notó que jamás había peleado más de cinco asaltos. Mientras, Money hizo lo que tenía que hacer, ganó y convenció después del tercer asalto.
Ahora nos queda ver qué podemos sacar de todo esto. Podríamos decir que fue un asco, que un circo y demás, pero de este tipo de eventos siempre hay algo que aprender.
Por más bueno que seas en MMA, no es igual que boxear
Después de la pelea McGregor sentenció: “Yo nunca pierdo, o gano o aprendo”. Es una gran forma de ver la vida y sus tropiezos, aunque esto no quita que se quedó solo en intento esta incursión en el boxeo profesional.
A nadie le queda la menor duda que el irlandés es de los mejores libra por libra en la UFC. Domina su división y le ha dado un plus a la empresa con sus declaraciones y forma de ser. Sin embargo, por más bueno que sea en artes marciales mixtas, el pugilismo es un deporte completamente diferente y se necesitan años de preparación.
La guardia es diferente, el rolling y muchísimas cuestiones técnicas se aprenden con muchísima práctica, no con dos meses. Sí, Conor se vio valiente metiéndose a un ring y eso merece respeto, pero de ahí a dejar el MMA por el box… no pasará.
Mayweather es el rey del marketing
Hay un dato que hará que el subtítulo sea contundente: Floyd ganó más en esta pelea que en las 49 anteriores juntas. La bolsa fue espectacular, un cheque que tristemente los mortales no veremos en nuestras vidas.
Tanta parafernalia, tanto show antes del combate fue obra del estadounidense. Así se hinchó de dinero y podrá seguir dándose la vida que le gusta ahora que vuelve al retiro. Ah y, si gusta, pagar sus impuestos para quitarse ese problema.
Queremos ver a McGregor de vuelta en UFC
Pues estuvo padre y todo pero que Conor ya se vaya a lo suyo. En su división hay claros retadores que podrían dar para un evento estelar buenísimo. Ya están programados los combates hasta UFC 217 pero el 218 sería idóneo para The Notorius.
El 217 es el 4 de noviembre. No estaría nada mal que Dana White piense y ponga a McGregor para diciembre. Aventando nombres que podrían armar una buena cartelera están Khabib Nurmagomedov y Tony Ferguson, o por qué no, la tercera contra Nate Díaz.
Floyd sí sabe pegar
¿Quién iba a decir que el boxeador pasado de 40 años sí podía pegar fuerte? Durante la mayoría de su carrera lo vimos correr y correr más que buscar al rival. Antes del combate Mayweather sentenció que saldría con todo y que no llegarían a la decisión de los jueces.
Cumplió su palabra y es la primera vez en muchísimo tiempo que se notó que él era el que buscaba atacar. Fue knockout técnico y no dejaba así a un rival desde su polémica victoria en 2011 ante Victor Ortiz.
No tiene mucho punch ni es alguien que acabaría una pelea de un golpe, pero sí mostró cierto poder en los puños.
Canelo vs GGG tiene que estar buenísima
Ya se acabó el show y ahora viene lo que según dicen algunos es “una pelea en serio”. Saúl Álvarez por fin cumplió lo que todos los fans querían y se enfrentará ante Gennady Golovkin.
El 16 de septiembre tendremos esta guerra entre dos de los mejores exponentes del deporte de los golpes. El kazajo es complicadísimo y esta es una prueba de fuego para el mexicano.
Además, ayudaría muchísimo al boxeo que esta pelea cumpla con las expectativas. Después del combate ante Julio César Chávez Jr. quedamos muy desilusionados.
