El boxeo es uno de los deportes más complicados para poder brillar a un gran nivel, pues si hay suerte sólo 1 de cada 500 tienen la oportunidad de llegar a lo más alto, sino es que la probabilidad es más reducida, pero en una dinastía tan grande como la de los Chávez todo parecía que pintaría bien, al menos para el menor Omar Chávez, pero lamentablemente sólo opacó el legado de su padre y las esperanzas de una afición que lo coreaba.
Omar Chávez Carrasco, es el hijo menor de la dinastía dentro del boxeo que pintaba para tener un futuro brillante pero que una serie de problemas terminó por ‘dejarlo en la lona’, no literal, y donde no pudo hacer mucho para sobresalir.
El impulso de su padre, Julio César Chávez, fue lo que lo catalogó como una futura promesa del boxeo y la verdad es que no tenía mala técnica y sus golpes eran buenos para desequilibrar al rival pues en sus inicios a los 16 años, enfrentó 6 peleas de las cuales ganó 5 por KO, hecho que le hizo brillar y conseguir un contrato con Top Rank de Bob Arum pero poco a poco este brillo terminaría por apagarse.
Uno de los golpes más fuertes en la carrera de Omar Chávez fue cuando se midió ante Marco Nazareth un 18 de julio de 2009, pues pese a que ganó en cuatro rounds, el mexicano de desplomó y fue llevado al hospital entrando grave pues sufrió de un hemorragia cerebral y tras varias operaciones e intentos por salvar su vida, no hubo más que hacer y murió lamentablemente.
Con el pasar de los años y con las peleas que enfrentaba, Omar Chávez logró consolidarse como un boxeador muy fuerte pero seguía faltándole algo más, pues no brillaba como se esperaba ni era tan seguido como los fans lo pedías; ganaba, sí, noqueaba. sí, pero no daba ese salto de calidad.
Muchas de las críticas llegaron por dos vertientes: la primera era que Omar Chávez sólo peleaba contra ‘bultos’, según los aficionados, pues no representaban ningún reto; la segunda se basó a escándalos y problemas en los que se vio involucrado y al ser el hijo de una leyenda como Julio César, cosas así no se olvidaban.
Esto no detuvo al hijo de la leyenda, pues seguía subiendo al ring a demostrar lo que valía pero al medirse a Jorge Páez, hijo del ‘Maromero’, simplemente no pudo demostrarlo, pues cayó en los dos enfrentamientos que pactaron, dejando en el segundo de ellos vacante el título ligero del CMB.
La actualidad que vive Omar Chávez es un tanto oculta y no porque haga cosas malas o prohibidas, sino que el reconocimiento que se le da a sus combates es poco y mucha gente pensaba que este hombre ya se había retirado, por lo que pese a ostentar un buen récord, alcanzar la gloria ya es algo lejano.
Sus últimos combates como profesional fueron un par de derrotas, pues el mexicano Roberto García y el argentino José Carlos Paz le cortaron una buena racha que tenía y con su nivel a la baja y con pocas oportunidades de medirse a boxeadores de élite, parece que vivirá en la sombrea de un futuro que nunca se pudo dar.
Mucho se comentó que su padre siempre prefirió a su primogénito Julio César Chávez Jr. pues desde el primer momento le vio un mejor futuro y aunque la realidad es que las cosas fueron turbias para ambos, este legado les quedó muy grande a ambos.