Josep María Bartomeu pasará a la historia del Barcelona como uno de los hombres que ilusionó al equipo y que al final terminó marcado como villano, como en su momento sucedió con Figo y José Mourinho.
Bartomeu no siempre fue repudiado por el barcelonismo, de hecho fue venerado en 2015, pues en sus primeros meses como presidente, el club ganó La Liga, Copa del Rey, Champions League, Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes; sólo faltó la Supercopa de Europa para igualar el sextete de la era Guardiola.
Para ese entonces, el equipo catalán era dirigido por Luis Enrique y la grada gozaba del tridente compuesto por Lionel Messi, Luis Suárez y Neymar, además de un estilo de juego que imponía respeto en todo el mundo.
Sin embargo Bartomeu no pudo sostener más que Lionel Messi, a la fuerza y año con año se ganó el repudio del barcelonismo tras una gestión que dejó al equipo en el fondo, tanto en lo deportivo como en lo económico.
Todo comenzó en 2003
En realidad Bartomeu habñia estado en el club desde 2003, cuando formó parte de la directiva de Joan Laporta. Para ese entonces era el responsable del equipo de basquetbol, su gran pasión, pues llegó a jugar en las inferiores del equipo blaugrana y también en el Espanyol.
Ahí se convirtió en un aliado de Sandro Rusell y ambos renunciaron a sus cargos en 2005 bajo el argumento de no estar de acuerdo con la gestión de Laporta. En 2010 regresaron, ahora con Rusell como presidente y Bartomeu como vicepresidente.
Rusell presentó su renuncia en 2014 por problemas legales en el caso del fichaje de Neymar, por lo que Bartomeu se quedó como presidente interino y tras los éxitos del equipo ganó la presidencia.
¿Cuándo se convirtió Bartomeu en villano?
La gestión de Bartomeu se vio abajo desde la renuncia de Luis Enrique como técnico, pero Neymar dio un golpe aún más fuerte tras marcharse al PSG y años después se marchó Iniesta. A Luis Enrique lo sustituyó con Ernesto Valverde, quien le cambió el estilo de juego al equipo y de a poco el futbol del Barcelona perdió identidad.
A Neymar lo suplió el costoso fichajes de Osumane Dembélé y a Iniesta con Phillipe Coutinho, pero hasta la fecha los huecos que dejaron Luis Enrique, Neymar y sobre todo Iniesta.
Sin estilo y sin liderazgo, las humillaciones del Barcelona comenzaron en la cancha desde 2017 con una goleada sufrida ante el PSG, la cual fue maquillada con una remontada espectacular en Champions, pero ese fue el primero de varios avisos.
La remontada sufrida en Roma en 2018, el ridículo en Liverpool en 2019 y la humillante goleada ante Bayern Munich en 2020, así como el reclamo de jugadores como Gerard Piqué, fracturaron por completo la relación entre la directiva y el equipo.
Su renuncia ya era exigida desde la humillante derrota 8-2 contra el Bayern Munich en la Champions League y se ganó el repudio de la afición cuando Messi pidió su salida y aunque logró retener al argentino, su imagen quedó como la de un tirano, pues obligó al sudamericano a cumplir su contrato.
Bartomueu pocas veces fue respetado como presidente del Barcelona, incluso fue personaje de parodias en Cataluña en las cuales eran ridiculizadas sus malas decisiones al frente del Barcelona.