Hace no mucho tiempo en el futbol mexicano, hubo una época donde apareció una ‘generación dorada’, la cual se consagró y era vista como una de las mejores de todos los tiempos, dejando sólo un bonito recuerdo ya que al final todo quedó en el emotivo momento de triunfo, pues todas las estrellas se apagaron y quedaron en el olvido. Así como con otros futbolistas, esto ocurrió con César Villaluz, nuestra antipromesa del día, quien se pensó podía ser la ‘esperanza de México’ pero lamentablemente se quedó en el camino.
Su carrera como futbolista comenzó en las inferiores del Cruz Azul, donde por un buen tiempo recibió muchas críticas por ser considerado un mal jugador pese a que solía anotar goles, aunque estos eran de rebote. Pasó así varios años e inició como centro delantero, pero debido a su baja estatura decidió bajar al medio campo, posición donde se iría acoplando cada vez más hasta consolidarse como futbolista.
Su brillante carrera comenzó en el 2005, a los 17 años de edad, cuando fue convocado por Jesús Ramírez para jugar la Copa Mundial de Fútbol Sub-17 en Perú. Fue uno de los hombres más importantes del equipo pues aunque era un joven sin tanta experiencia pudo marcar 3 goles en el torneo, llegando junto al equipo hasta la final donde se midieron a Brasil y vencieron por 3-0.
Todos pensaban que después de conseguir el título de Campeones del Mundo en la Sub-17 la gran mayoría de los jugadores de la plantilla iba a despegar como superestrellas, ya que este era el primer título del mundo para México en cualquiera de sus categorías pero no fue así, ya que al menos César Villaluz se quedó en el camino buscando ser tomado en cuenta por algún equipo fuera de la Liga MX.
El mayor logro de César Villaluz después de esto fue ascender al primer equipo del Cruz Azul, donde tuvo un par de buenos momentos pero no logró ganar ningún trofeo, pues en su estadía del 2006-2011, sólo se quedó con 3 subcampeonatos de Liga MX, dos de la Concacaf Liga de Campeones y no más. El equipo en general no ayudó mucho, pero el mexicano se quedó estancado.
Jugó 188 partidos, hizo 18 goles y como no destacó más, Cruz Azul decidió dejarlo en libertad para irse al San Luis, donde toda su carrera sólo seguiría yendo hacia abajo, ya que pasó de ser una joven promesa a un futbolista que buscaba oportunidades donde hubiera espacio.
Con San Luis tampoco ganó ningún título, estuvo del 2011 al 2013, sostuvo 28 juegos, anotó 3 goles y cambio de aires a los extintos Jaguares del 2013-2015, donde jugó 15 partidos, anotó 1 gol y regresaría al San Luis. En su segunda etapa del 2015-2016 entró en 43 juegos y marcó goles, pero de igual forma al no convencer a su equipo, pasaría al Celaya. En este club se mantuvo del 2016-2017 y cada vez jugaba menos, pues aquí disputó 14 juegos, no anotó y volvió a salir.
Tigres era dueño de la carta de César Villaluz pero decidió darlo de baja del club por bajo rendimiento, por lo que el futbolista se quedó sin equipo y aunque estuvo ‘tocando puertas’ en busca de alguna oportunidad nadie se la dio. Hoy en día se encuentra en la misma circunstancia; no está retirado pero tampoco juega, por lo que vive un momento muy complicado.
César Villaluz fue uno de tantos futbolistas que prometían ser los referentes del futbol mexicano pero que se fueron apagando poco a poco, quedándose sólo con un logro importante en su vida, el cual será valorado por siempre pero de igual forma lo opacará, ya que tuvo todo para brillar y nunca pudo ser.