Por:@LUISRICARDOHR
Hace no mucho tiempo hubo una época en la que el América era una broma de equipo. Las Águilas daban pena, que los azulcremas perderían era una apuesta segura. En aquel momento todo era un fiasco en Coapa… únicamente Guillermo Ochoa y Salvador Cabañas parecían jugadores de primera división.
En aquel momento jugador que pasaba por el América era jugador que fracasaba. Las Águilas intentaron de todo, extranjeros, nacionales, futbolistas probados, apuestas arriesgadas, entrenadores exitosos fuera de México, como el Pelado Díaz, estrategas consolidados en el balompié nacional, como Rubén Omar Romano, y hasta Chucho Ramírez se aventuró a intentar sacar al Ame del hoyo. Era una época oscura en Coapa; cada ocho días un fracaso tras otro, cuando los azulcremas llegaban a ganar era porque Cabañas había anotado un golazo y Ochoa había atajado lo indecible. Por aquellos tiempos aparecieron dos jóvenes en la delantera americanista que al final terminaron fracasando.
Ahora en las Antipromesas quisimos hacer algo diferente, por eso es que esta será la primera Antipromesa doble. Hoy, en esta sección les presentamos la historia de Danny Márquez y Tony López; el ‘súper ataque ‘que tuvo el América hace algunos años.
En realidad a ambos jugadores les adelantaron su proceso, es decir los quemaron muy rápido debido a una situación que explicaremos más adelante. Sin embargo, los aficionados del América estaban súper emocionados con ambos delanteros por lo que de pronto se les puso en un pedestal cuando no llevaban ni 10 partidos en primera.
Daniel Omar Márquez Palacios nació en Guadalajara el 18 de enero de 1986. El jugador se integró a las Fuerzas Básicas del América y cuando tenía 21 años debutó en la entonces Primera A con el Socio Águila, equipo que era filial del América en el Ascenso.
Meses más tarde Danny fue ascendido al primer equipo. En aquel momento el delantero titular de Las Águilas era Salvador Cabañas, pero los otros atacantes en el plantel eran Enrique Esqueda, Santiago Fernández y Hernán Rodrigo López… o sea que Danny Márquez tendría chance de jugar. En noviembre del 2007 el futbolista debutó con el América en un partido contra el Necaxa.
La campaña posterior a su debut Márquez volvió al Socio Águila. El América contrató a Rafa Márquez Lugo, Richard Núñez y Alfredo Moreno para reforzar su ofensiva por lo que el juvenil no encontró lugar. Sin embargo, tras el rotundo fracaso tanto del mexicano como del uruguayo y El Chango en Coapa, Danny Márquez regresó al primer equipo.
El delantero poco a poco fue ocupando un rol más preponderante en la ofensiva azulcrema. Seguía estando por detrás de Cabañas pero era el atacante a quién recurrían el Pelado Díaz y Rubén Omar Romano cuando necesitaban otro delantero. Danny metió algunos goles (incluido uno de último minuto frente a Cruz Azul y un par en Libertadores) y mientras eso sucedía un joven tres años menor que él, de nombre Antonio López Ojeda comenzaba a destacar en Fuerzas Básicas.
Tony López nació en el 18 de mayo de 1989 en La Paz, Baja California Sur. En el 2007, cuando apenas tenía 18 años de edad, el delantero se integró al Socio Águila. El jugador no tenía que debutar en el 2010, pero un incidente cambió tres carreras para siempre: la suya la de Danny Márquez y la de Salvador Cabañas.
La madrugada del 25 de enero del 2010 Cabañas recibió un balazo en la cabeza luego de un altercado que tuvo lugar en el Bar Bar, al sur de la Ciudad de México. La noticia dejó conmocionado al mundo del futbol y evidentemente al América; su delantero estrella estaba fuera de las canchas y a nada de perder la vida. Muchas cosas surgieron a raíz del incidente del atacante paraguayo, pero en lo futbolístico el disparo al guaraní derivó en el debut de Tony López con el primer equipo de Las Águilas.
Tras el intento de asesinato que sufrió el delantero paraguayo el América se vio forzado a utilizar otro ‘nueve’. En el plantel -además de Cabañas- sólo había delanteros jóvenes. Danny Márquez tomó la batuta sin embargo una lesión lo dejó fuera un rato y Chucho Ramírez se vio obligado a debutar a Antonio López Ojeda.
Tony marcó gol en su segundo partido con el América y un día, en una goleada de Las Águilas al Querétaro el delantero anotó un hat-trick. En ese mismo juego Danny Márquez -que ya se había recuperado de la lesión- también hizo un gol, fue entonces cuando se desató el mame la euforia.
Los aficionados del América juraban que la baja de Cabañas no les pesaría, que habían encontrado su dupla ideal en el ataque y que aunque el Bicentenario 2010 no fuera un gran torneo para ellos, su equipo la rompería la siguiente campaña. No podían estar más equivocados.
Un torneo más tarde López se fue prestado al Puebla, además el traspaso de Chucho Benítez a Coapa hizo que Márquez perdiera protagonismo y eventualmente fue traspasado al Necaxa. Cuando el Piojo Herrera llegó al Nido, el entrenador necesitaba elegir quién sería el socio de Benítez en el ataque americanista. Sus opciones eran Narciso Mina, Tony López, regresar a Danny Márquez (a préstamo en ese momento) o darle el voto de confianza al joven Raúl Jiménez. Herrera se decantó por Raulito y ya todos sabemos cómo terminó la historia.
Hoy Raúl Alonso juega en el Benfica, mientras que Tony López milita en los Potros de la UAEM y Danny Márquez aparentemente juega en un equipo de Houston; sin embargo su última escuadra profesional confirmada fue el Atlante en la campaña pasada pero casi no jugó.
Esta fue la historia de la ‘súper delantera del América’, conformada por Daniel Omar Márquez Palacios y Antonio López Ojeda, dos jóvenes que cómo lo dijimos arriba vieron sus procesos adelantados debido a un terrible incidente con un compañero suyo. No están aquí porque hayan llevado un proceso increíble en Selecciones Menores y no hayan cumplido o algo por el estilo, sino porque los medios y la afición les hicieron demasiado escándalo, pero al final ambos atacantes resultaron ser mucho ruido y pocas nueces.