El tercer encuentro entre Chicago Cubs y Los Angeles Dodgers llegó a su fin y la serie se balancea para un solo lado con un 2-1.
Por primera vez en el Dodger Stadium, la novena comandada por Joe Maddon espera remontar después de perder en su último partido en Chicago. El veterano estelar Jake Arrieta salió a la pequeña colina para guiarlos al triunfo, ya que su efectividad de 3.10 era más que suficiente y conocía de antemano el campo, al estar en agosto del año pasado como lanzador sin permitir una sola conexión del rival.
Rich Hill estuvo con los Dodgers desde el inicio al conseguir una efectividad de 2.12 en la temporada regular y nadie mejor que él para estar en su lugar, pues pudo conseguir seis entradas sin carrera hasta que vino su relevo Joe Blanton.
Fue hasta la parte baja Joe de la cuarta que llegó Yasmani Grandal para dar un soberbio batazo que mandó a volar la pelota. Los Dodgers ya ganaban tres carreras a cero. Nadie pudo hacerse daño en las primeras dos entradas.
En un total dominio por parte de la novena local, Justin Turner y Yasiel Puig doblaron toda situación en la octava. Y con Blanton en la lomilla, nada pudo salir mal en el equipo angelino que terminó con la pizarra en seis contra cero a su favor.
John Lackey estará para el cuarto el día de mañana y por parte de los Cubs. Todo indica que la buena actuación del muchacho mexicano Urías estaría con Dodgers desde el principio.
El sueño de los Cubs se está acabando y por el momento Los Angeles inclinan todo a su favor. Pero todavía faltan dos juegos como mínimo y la historia no está escrita en piedra. Además, un equipo de Chicago espera fervientemente romper su sequía.
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