Josep Guardiola fue uno de esos jugadores que en su tiempo de profesional no se perdió ninguna de las clases en la escuela del Barcelona con Johan Cruyff, pues desde sus inicios explotó aquellas enseñanzas del neerlandés desde el medio campo.
Debutó en la temporada 1990-1991. Futbolísticamente nació en las entrañas del club catalán, pues estuvo en la mayoría de las categorías del Barcelona, en La Masía, y caminó desde la categoría C al primer equipo. Pocos pueden sentir los colores y la filosofía del Barça como Pep Guardiola.
11 años fueron los que vivió de romance con el Barcelona. Su paso por el club catalán dejó varios resultados positivos para las vitrinas del Barcelona: 6 campeonatos de liga, 1 Copa del Rey, 4 Supercopas de España, una Copa de la UEFA, 2 Supercopas de Europa y principalmente una Champions League, la primera en la historia del equipo culé.
Como un hijo prodigo partió a Italia, un jugador de una calidad exquisita en el mundo debería de haber salido por varios miles de millones de dólares, pero no, era otro tiempo en el futbol mundial y tuvo que dejar al amor de su vida como aquellos soldados que se van a la guerra, sin saber que regresarán, pero amando por siempre a su contraparte.
Estilo de juego de Pep Guardiola
El mediocampo era su zona de trabajo y lo hacía con una elegancia tradicionalista al usar la playera siempre bien fajada. Tenía clase al distribuir el balón o al pasarlo, pero sobre todo una visión para encontrar los huecos que nadie más sospechaba.
Sus compañeros fueron privilegiados por recibir toda clase de pases que muchos se convirtieron en gol. Su golpeo a balón parado siempre fue usado a servicio de los atacantes culés.
Pero dar asistencias casi hechas a mano, dirigidas hacia alguna de las extremidades de los delanteros no era la única arma de Pep Guardiola. Tenía un excelente toque, mismo que aprovechó a balón parado para hacer varios goles de tiro libre o con golpeo de media distancia.
Siempre se situó como una especie de medio de contención, que tenía mucha salida para repartir juego, cosa que aprovechaba para filtrar pases exactos y buscar los huecos para marcar el gol, pero también, si él mismo no encontraba salida, generaba un pase largo para encontrar mejores opciones de cara a gol.
La vida después del Barcelona
Brescia sería su primera aventura fuera del Barcelona, y llegó para la temporada 2001-2002. Aunque actualmente no disfruta de un buen momento y lejos está de la Serie A, en aquellos momentos era un buen equipo que buscaba competir con Roberto Baggio como símbolo.
Sólo estuvo en su temporada de debut y al terminar partió con otro destino dentro de Italia. La capital del país de la bota, la Roma lucía como un escaparate para la carrera de Pep Guardiola, pues tenía a un Francesco Totti despuntando a nivel mundial.
Todo este sueño de triunfar en la Roma estuvo muy lejos de la realidad, pues sólo 6 partidos estuvo como jugador de la ‘Loba’ y regresó al Brescia en el mercado de invierno. En Roma no tuvo el tiempo de desplegar el futbol que mostró en el Barcelona.
Destinos exóticos para Pep Guardiola
Después de que su paso por Italia no fuera como lo esperaba ni que pudiera conseguir el éxito que tuvo con el Barcelona, comenzó a elegir s sus siguientes equipos en países que comúnmente no iban los futbolistas de su especie.
Qatar fue el primer lugar en el que fue a parar Pep Guardiola, uno de los pioneros en ir a Medio Oriente para jugar y sólo fueron 2 temporadas las que estuvo en el país que acogerá el mundial de 2022 para después venir a México, pero no a América ni a Cruz Azul ni ninguno de los grandes equipos de nuestro país.
Dorados y un sistema de competencia que no entendió
Sinaloa sería el destino de Pep Guardiola en México, pero no llegó para ser uno más de los llamados “cartuchos quemados”, pues aún tenía mucho para entregarle a la Liga MX. Junto a Sebastián Abreu, el ‘Matute’ Morales y algunos consagrados de la liga formaron un gran equipo.
Aunque estuvo poco tiempo, le bastó para dejar huella con Dorados, a pesar del descenso. Hubo algo que Pep Guardiola nunca entendió de la Liga MX. ¿Por qué un equipo que no fue último de la tabla, se fue al descenso?
En Dorados, Pep jugó dos papeles, dentro de la cancha como jugador, y como una especie de segundo entrenador, pues se tomaba el tiempo para corregir los movimientos y técnica de algunos compañeros, para hacer más eficiente su juego.