La polémica con los invitados del titular de la Comisión Nacional de la Cultura Física y Deporte (CONADE), Alfredo Castillo, continúa. No solamente decidió llevar a su pareja y a algunos de sus amigos más cercanos a los Juegos Olímpicos, resulta que también se encuentra en tierras sudamericanas con su masajista.
De acuerdo con el periódico El Universal, la masajista de Castillo está en la nómina de la CONADE, aunque está cobrando por honorarios. De todos modos resulta difícil comprender por qué Castillo tendría que llevar a este personaje a Río de Janeiro.
No hay duda de que Alfredo debe de estar muy preocupado por los malos resultados que ha conseguido la delegación mexicana. Pero que eso lo estrese tanto que necesite llevar una masajista personal, parece un poco excesivo de su parte.
Entre otras personas con las que ha decidido cargar el director de la CONADE a Brasil, además de su pareja, Jacqueline Tostado Madrid, se encuentra su compañero de pádel, Octavio Lara. Castillo hasta se metió en broncas porque Tostado había usado el mismo uniforme que el resto de la delegación mexicana, pero él dijo que ella se lo merecía, por ser su pareja y porque era su forma de unirse a los atletas.
Castillo asegura que su pareja utilizó uniforme mexicano porque es parte de la delegación olímpica @record_mexico pic.twitter.com/cKUyCsj1yD
— Jocelin Flores (@Jocelinflores) 9 de agosto de 2016
Como sea, Castillo armó toda una tropa en la que también están incluidos Gustavo Montiel y Meredith Reyes. Aunque Lara, Montiel y Reyes tienen tienen cargos en diferentes organismos deportivos de nuestro país, ninguno tendría que estar en Río de Janeiro.
Aída Román criticó de manera fuerte a Castillo en su llegada al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, después de su participación en los Juegos Olímpicos. La arquera comentó que el titular de la CONADE debió repartir de mejor manera las acreditaciones que había autorizdas para la delegación mexicana.
Fácilmente hubiera estado un preparador o fisioterapeuta que necesitaba la acreditación. Hay deportistas que llegan súper lesionados y que tratan de buscar la manera de componer la lesión y no pueden tener una acreditación los médicos o los fisioterapeutas porque hay alguien más querido ahí.
La situación para Castillo cada vez es más complicada y con los resultados que ha entregado México en los Juegos Olímpicos, parece que en esta ocasión ni su mejor amigo, Enrique Peña Nieto, le podrá salvar la chamba.